"Basta con ir una mañana a un colegio y observar quién lleva a los niños/as", expresa Jorge García Marín, profesor de Sociología de los Roles de Género en la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Cuenta García Marín que en el campo de la conciliación de la vida familiar y laboral el papel de mujeres y hombres todavía no está igualado.
"Es cierto que existe una mayor concienciación y cada vez el hombre se ocupa de más cosas en el entorno familiar. Pero este proceso es muy lento. No estamos, evidentemente, en los niveles de tres décadas atrás pero el impacto del trabajo del hombre de la casa en la vida familiar todavía es escaso", argumenta el experto en género. Para García Marín, cuando una mujer trabaja a jornada completa "se resiente más su vida que la de ellos". Quiere decir que ella dispone "de menos tiempo libre".
En cuanto a la capacidad para compatibilizar metas laborales, familiares y personales García Marín apunta que "sigue existiendo el llamado techo de cristal". "Las mujeres tienen mejores expedientes sin embargo cuando analizas el número de mujeres en puestos directivos no son mayoría, para nada", describe Marín. Pone como ejemplo un estudio reciente en el que se analizaban científicas en los puestos más altos: "un gran porcentaje de las mujeres que habían llegado a lo más alto eran solteras y sin cargas familiares".
Sobre los efectos de las crisis económicas en los roles de género, el profesor García Marín explica que, históricamente, siempre que hubo una crisis, "se vinculó con una vuelta de las mujeres al hogar". Esto suele estar relacionado con el nivel económico de cada uno de los miembros de la pareja, de manera que opta por dedicarse al cuidado de la familia y el hogar el miembro que percibe un salario inferior.
