Cien mil gallegos padecen una demencia neurodegenerativa y la mitad son enfermos de Alzheimer. Como muchos viven en el rural, la Consellería de Política Social se propone prestarles atención a domicilio. Dos profesionales especializados en la atención a estos enfermos se desplazarán en unidades móviles para prestar servcios de estimulación terapéutica. Es un proyecto piloto que la Xunta prevé estrenar este año en 10 localidades y durante tres meses. Las unidades móviles permanecerán cinco días en cada municipio.
La intención del departamento que dirige José Manuel Rey Varela es valorar el funcionamiento del programa, para luego decidir su ampliación en tiempo y concellos.
Bancos o fármacos
El proyecto está financiado por la UE, que también subvencionará otro programa similar para que trabajadores sociales acudan al rural gallego para ayudar a los mayores de 55 años a tramitar ayudas o resolver dudas.
Este segundo plan tendrá seis meses de duración. Las unidades móviles se desplazarán e instalarán en veinte localidades gallegas y estarán cinco días en cada una. Es una forma de acercar la Administración a los ciudadanos, en este caso del rural gallego, y de paso apostar por el campo como lugar de residencia.
Tramitar ayudas de dependencia o de otro tipo, ayudarles a comprender la factura de la luz, resolver dudas sobre seguros y extractos bancarios, revisar que no tienen fármacos pendientes de pillar en la botica, ... Éstas y otras gestiones las realizarán trabajadores sociales para que los mayores no se tengan que desplazar. Para ello, la Consellería de Política Social empleará unidades móviles, del estilo que utiliza el Sergas para atender pacientes en localidades de veraneo, cuando la población se dispara y se necesitan más médicos, o para incluso realizar operaciones menores y pruebas diagnósticas.
La iniciativa copia lo que hace años hicieron las cajas gallegas. Para no abrir sucursales en todos los núcleos de población, disponían de camiones habilitados como sucursales bancarias que cada día estaban en un lugar diferente. Así los residentes en aldeas no tenían que subirse al coche para ir al banco, esperaban a que la oficina móvil pasase por su localidade para ingresar dinero, sacar ahorros o actualizar la cartilla.
Con estas unidades móviles, la Xunta pretender atender a los mayores que viven en aldeas sin disparar el gasto, y ofreciéndoles la misma atención que recibe un residente en un núlceo urbano.
En Galicia, el 36% de la población, algo más de un millón de habitantes, tiene más de 55 años y está a punto de duplicar a los menores de 25 años (571.000). Y la previsión es que en 2030 los gallegos que tengan 55 o más años se disparen un 14,4%.
