Alba Soutelo renovó el domingo su mandato al frente del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra y tiene claro que el futuro del sector, que "dejó de ser un negocio en 2010" por la caída de precios de los medicamentos, debe reorientarse hacia la prestación de servicios al paciente. Además, considera de poca utilidad la venta de medicamentos por internet debido a que siempre hay una botica de guardia.
- ¿Cuáles son las aspiraciones y objetivos con que afronta este nuevo mandato?
-Mi mayor objetivo es reconstruir la unión de los farmacéuticos de Pontevedra que estas elecciones han roto y, a la vez, continuar con nuestro programa. En la misma línea de cercanía al colegiado, ampliaremos los servicios del colegio y el plan actual de formación continuada acreditada para el desarrollo profesional de los farmacéuticos. Digitalizaremos el colegio, diseñando una nueva web que permita realizar todos los trámites administrativos y que enlace con la de la Consellería de Sanidade para hacer los nombramientos online y que, así, los colegiados no tengan que desplazarse. Seguiremos el camino iniciado en la defensa del farmacéutico, promoviendo la farmacia asistencial y un catálogo de servicios profesionales, así como la creación de una escala de farmacéuticos. Y aumentaremos las campañas sanitarias y las relaciones con asociaciones de pacientes.
- Gerardo Santamarta ha anunciado la impugnación de la votación. ¿Qué le parece?
-Estas elecciones han hecho mucho daño al colegio y a los farmacéuticos. Hay que pasar página, mirar hacia delante y construir un futuro para nuestra profesión.
- ¿Por qué las farmacias han pasado una situación económica tan ajustada en una sociedad como la gallega, con un nivel de envejecimiento tan elevado y, por tanto, de necesidades de medicamentos?
-Por las continuas bajadas de precios de los medicamentos y la ausencia de nuevos fármacos innovadores en la farmacia comunitaria. La gran mayoría de estos últimos que salen actualmente al mercado no se dispensan en la botica, sino en el hospital, debido mayoritariamente a su elevado precio y no a que necesiten un especial control. Si esta tendencia no se revierte, en unos años la farmacia se habrá quedado sin contenido.
- ¿Cuál es el futuro del sector?
-Pasa por potenciar el papel asistencial del farmacéutico más allá de la dispensación del medicamento y darle valor añadido a la farmacia con la prestación de servicios profesionales. Debe reorientar su actividad hacia el paciente e implicarse en el efecto y en la seguridad de los medicamentos y cooperando con el médico para conseguir resultados que mejoren la salud y calidad de vida del ciudadano.
- Usted señala que el futuro será asistencial y presentaron ya trece proyectos al Sergas. ¿Puede explicarnos en qué consisten?
-Son proyectos asistenciales relacionados con medicamentos o con salud pública: adherencia, seguimiento farmacoterapéutico, conciliación de la medicación, atención farmacéutica domiciliaria, cribado de cáncer de colon y de diabetes, seguimiento de parámetros de salud y vacunación, entre otros. Todos pueden desarrollarse y queremos incorporarlos al catálogo de servicios de las farmacias.
- ¿Qué beneficios y qué riesgos supone ese cambio en el negocio?
-La farmacia dejó de ser un negocio en 2010. Hay muy pocas que aún se puedan considerar un negocio. Los servicios profesionales no aumentarán los ingresos en más de un 7% o un 10%, pero abrirán nuevos campos a la farmacia y las puertas de su futuro.
- La nueva ley de farmacia permitirá la venta por internet, la atención a domicilio y la dispensación de fármacos envasados por días. ¿Cuándo están operativos esos cambios?
-La venta de medicamentos por internet y los sistemas personalizados de dosificación (SPD) están regulados por normativa estatal y ya están operativos. La Ley de Ordenación Farmacéutica de Galicia los incorpora, pero no los regula, ya que no tiene competencias. La atención farmacéutica domiciliaria tendrá que regularse en un desarrollo normativo posterior a la aprobación de la ley.
- Respecto a internet, ¿cree que puede superarse la desconfianza hacia la compra de fármacos mediante esa vía?
-Los jóvenes están acostumbrados a comprar por internet y no desconfían. Los mayores tienen más desconfianza a la hora de comprar medicamentos por internet. La venta de medicamentos online en España no tiene sentido porque siempre hay cerca una farmacia abierta las 24 horas del día los 365 días del año con un farmacéutico al frente que, además, de dispensar los medicamentos, da una atención personalizada y resuelve las dudas del paciente.
