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Solo un tercio de las fincas cedidas al Banco de Terras son alquiladas

Las fincas en uso representan el 60% de la superficie disponible - El monte sin dueño conocido también se podrá arrendar

Parcelas de monte, con zonas quemadas, en Vilagarcía de Arousa. // Noe Parga

La estructura de la propiedad de los montes en Galicia sale a relucir cada vez que se producen incendios. La mayoría de los expertos coinciden en que el minifundismo, el abandono y las tierras sin dueño conocido son tres lastres a la hora de abordar las políticas de prevención, pero también las de extinción y regeneración de los terrenos quemados. Entre la batería de propuestas que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó la semana pasada en el Parlamento sobresalía una iniciativa. El Gobierno gallego incorporará al Banco de Terras los montes de propietario desconocido, ilocalizable o fallecido para ponerlos a disposición de cualquiera que quiera alquilarlos. La medida no es menor, porque se calcula que en Galicia hay unas 300.000 fincas forestales en esta situación y, actualmente, en el Banco de Terras hay integradas 12.176 parcelas.

La intención de Medio Rural con esta medida es reducir el número de montes sin limpiar y, al mismo tiempo, darles la opción de que sean explotados por algún arrendatario interesado, ya que podrán ser trabajados mientras se inicia una investigación para dar con su dueño. Pero, ¿hay realmente interés en alquilar las fincas de las dispone el Banco de Terras? Los números dicen que solo el 28,5% de las parcelas están alquiladas o en proceso de arrendamiento en este momento. El Banco de Terras fue creado en 2009 con el objetivo de frenar el abandono de tierras de uso agrario. Desde entonces ha conseguido integrar 12.176 fincas que suman 5.826 hectáreas. Por lo que, en su mayoría, son parcelas de pequeño tamaño, de 0,5 hectáreas de media. Del total, solo un 10%, 1.221 están ya alquiladas, mientras que 2.246 están en proceso de arrendamiento. Si restamos las 2.532 que no se pueden poner en alquiler, quedan la mitad del total, 6.177 todavía disponibles. Sin embargo, el tercio de tierras ya en uso o en proceso de alquiler representan el 59,5% de las hectáreas que tiene disponible el banco. De nuevo, son las pequeñas parcelas las más difíciles de hacer rentables.

Pero no todas las fincas integradas en el Banco de Terras son de particulares que no las usan, sino que la mayoría son de propiedad pública, nueve de cada diez y representan el 80% del total de hectáreas.

Además, de los terrenos forestales abandonados de particulares, la Xunta también se ha fijado en los montes vecinales en man común. Aquellos no es encuentren cuidados podrán también, siempre con la participación de la comunidad, integrarse en el Banco de Terras. Así, Medio Rural considera que está actuando en "todos los frentes posibles" para dinamizar este tipo de terrenos.

La Consellería dio el domingo por finalizada la temporada de alto riesgos de incendios, que fue prorrogada por los fuegos y las temperaturas del mes de octubre. El operativo antiincendios se reduce así a los 2.900 efectivos.

Unos 40 efectivos vigilarán que se limpien las franjas de seguridad

El equipo se encargará también de localizar propiedades abandonadas

  • La vigilancia de los montes se reforzará con un centenar de agentes que se repartirán en dos equipos, uno, más amplio, que se encargará de las labores de investigación del origen de los incendios, y otro, de nueva creación y que tendrá 38 efectivos, que vigilarán que se cumpla la normativa en materia forestal. En total, serán 99 nuevos efectivos los que reforzarán la investigación de los fuegos y la vigilancia de los montes. Los nuevos equipos de vigilancia de incumplimiento (EVI) se encargarán, entre otras funciones, de comprobar que se haga un control de la biomasa en los diferentes perímetros de seguridad, de las casas, núcleos de población, vías de comunicación o instalaciones eléctricas. También podrán dar soporte a los concellos que así lo soliciten para limpiar las franjas de seguridad en torno a los núcleos habitados. Ellos se encargarán también de localizar las fincas abandonadas y de concentración parcelaria que puedan suponer un peligro de incendios debido a su estado de dejadez. Una vez localizados los incumplimientos, procederán a cursar la correspondiente denuncia para que la Consellería de Medio Rural tome las acciones oportunas, que pueden acabar en sanción. El departamento indica que la intención no es recaudar, sino que se corrija la inadecuada gestión de la biomasa dentro de los plazos legales. En total, habrá dos efectivos por cada uno de los 19 distritos forestales de Galicia, que dependerán de un coordinador por provincia. Estos mismos mandos de coordinación serán los que se encarguen de los equipos forestales de investigación (EFI), que ya existían pero que se refuerzan ahora con más personal. Cada distrito tendrá tres efectivos que se encargarán de investigar el origen de los incendios pero también de ponerlos en relación con las actividades del territorio. Entre sus labores también se incluyen el seguimiento de las zonas quemadas y su uso. Su trabajo servirá de apoyo a las labores de investigación policial de los delitos de incendios forestales. Este refuerzo y creación de equipos, que fue anunciado el pasado martes por el presidente de la Xunta en el Parlamento, se completa con la creación del registro administrativo de investigaciones en materia de incendios forestales que facilite la cooperación entre los EFI y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Este archivo reunirá todos los datos, informes y valoraciones de las investigaciones administrativas.

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