Los usuarios del Servizo Galego de Saúde (Sergas) pueden solicitar un cambio de médico, de hospital o pedir una segunda opinión desde el 2015. Las medidas, recogidas en la ley de garantías sanitarias de Galicia e impulsadas por varios decretos, tienen diferente acogida desde su entrada en vigor. Si más de 200.000 gallegos ya han cambiado de médico, solo 78 se han decido a operarse en un hospital que, en principio, no les correspondía. De ellos, 17 lodecidieron ya en la consulta de atención primaria, cuando el médico de cabecera los deriva a un especialista, mientras que los restantes, 61 lo hicieron cuando ya se encontraban en manos de un médico de la especialidad. Los datos abarcan desde octubre de 2015 hasta el mes de julio de 2017.

Un poco antes, en abril de 2015, se comenzó a aplicar la libre elección de médico de atención primaria. Solo en ese año, más de 48.000 personas que no estaban conformes con el médico asignado, no dudaron en cambiarse. Desde entonces y hasta julio de este año, han sido 220.981 los pacientes que han probado con un nuevo facultativo. La mayor parte de los cambios son para elegir médico de cabecera -más de 141.000-, pero también se puede optar por elegir un pediatra distinto al asignado o incluso un miembro del servicio de enfermería. En total, fueron 15.258 padres los que decidieron que querían otro pediatra para su hijo. Los cambios de enfermero ascendieron a los 64.095.

La ley de garantías sanitarias de Galicia incluyó cuatro derechos para el paciente que se fueron incorporando según la Consellería de Sanidade fue aprobando sus correspondientes decretos. Al cambio de médico y hospital, segundo diagnóstico y el registro de instrucciones previas se sumó a finales de septiembre -tres años después de que se aprobase la ley- el que garantiza los tiempos máximos de espera para 108 patologías graves. Estos pacientes deberán ser atendidos en 60 días dentro del Sergas y, de no ser así, podrán decidir operarse en un centro concertado.

El derecho a un segundo diagnóstico está reservado para pacientes afectados por las enfermedades más graves. A él se acogieron 926 personas desde abril de 2015. Cuando los enfermos decidan que quieren otra opinión, el Sergas dispondrá de 25 días para que un especialista emita una nueva valoración. En casos especialmente complejos o cuando sea necesaria una nueva prueba complementaria, los plazos se amplían o se suspenden hasta que se realice el nuevo examen.

En el registro de instrucciones previas, también conocido como testamento vital que funciona desde 2008 en Galicia, un total de 6.750 gallegos dejaron por escrito qué tipo de tratamientos y cuidados quieren que se les realicen en caso de que la enfermedad no les permita decidir llegado el momento, así como el destino para su cuerpo y órganos o quién debe ser el interlocutor con su médico.