El PSdeG se juega hoy, por cuarta ocasión en siete años, superar el trauma de la caída del bipartito, pero a ese reto todavía sin superar se suma la necesidad de adaptarse a un nuevo tiempo político, caracterizado por la irrupción de una competencia en la izquierda por parte del espacio político que, a través de En Marea, lo situó como tercera fuerza de Galicia y lo superó como referente de la oposición, al tiempo que las mareas municipales de A Coruña, Santiago y Ferrol fueron las que arrebataron el bastón de mando al PP. Unos 10.000 militantes eligen hoy en primarias al encargado de pilotar el partido y llenar el vacío de poder actual. Sus opciones son dos: el militante vigués Gonzalo Caballero y el diputado por A Coruña Juan Villoslada.

La consulta se celebra solapada por la crisis política y social de Cataluña, pero también marcada por el nuevo rumbo establecido por Pedro Sánchez a nivel estatal tras imponerse en las primarias estatales ante Susana Díaz, apoyada por el aparato y los pesos históricos del partido. El resultado estuvo vinculado a una especie de revolución de las bases de una fuerza en shock tras la irrupción de Podemos y en una desorientación similar a la gallega por la caída de Zapatero, en un caso, y de Touriño en el otro.

El alejamiento de ese "aparato" de las bases y el comité federal que derivó en la dimisión de Sánchez entre gritos, autoproclamaciones de desconocidos como máximas autoridades de una formación centenaria y la evidencia de la grieta generacional entre los socialistas sumados en la Transición y las nuevas generaciones marcaron el rumbo actual. Está por ver cómo afecta ese ambiente al PSdeG, descabezado y en manos de una gestora desde la dimisión el año pasado de José Ramón Gómez Besteiro por sus imputaciones en un presunto caso de corrupción.

Caballero, que parte como favorito tras lograr 2.297 avales por los 1.790 de su rival, además de estar apoyado por Xoaquín Fernández Leiceaga, que se retiró tras conseguir 1.803, abandera la reducción de poder del "aparato", esa nebulosa de élites internas con acceso a los cargos institucionales y a los que se culpa de las derrotas y se les atribuye poco mérito de los éxitos.

Su victoria supondría una revolución. En 2009 lanzó duras críticas contra la dirección por entender que no le permitieron competir por la Secretaría Xeral, pactada ya para Pachi Vázquez. Fue el primer proceso post-Touriño. El de hoy es el cuarto, tras la victoria del exconselleiro ante Elena Espinosa en 2012 y las primarias ganadas por Besteiro en 2013. Outsider en 2009, favorito en 2017.

El discurso del vigués contra los "virreinatos provinciales" avanza, a priori, un aumento de la división interna, evidente tras las primarias estatales y las que el año pasado ganó para ser candidato a la Xunta Leiceaga, apoyado por Caballero tras retirarse y por la gestora, Besteiro y el aparato provincial de A Coruña.

Gonzalo Caballero, acompañado en la campaña interna por la expresidenta del Parlamento Dolores Villarino, ha cargado contra Villoslada, precisamente, por considerar que representa un intento de las "baronías" por detener la renovación interna.

Villoslada, de 52 años, era un desconocido ajeno a la primera línea hasta que sorprendió en verano como tercera vía. Su paso adelante se produjo con la bendición de la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, y del propio Besteiro, que lo presentaron ante agrupaciones como la de Vigo después de que el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, se negase a dar el salto. También apoya a Villoslada.

El reto del nuevo secretario xeral, pero también de un partido que salvo durante el touriñismo se caracterizó por ser suma de proyectos territoriales, pasa por establecer un proyecto a medio plazo que no esté condicionado por las elecciones municipales de 2019. Necesita darle tiempo al entrenador y que el siguiente partido no condicione su futuro.

Las municipales marcarán el estado de las mareas como competencia del PSdeG, cuyo nuevo líder deberá cerrar filas antes de esa cita para plantarse cara a ellas y al PP.

La agrupación con más poder institucional y mayor número de militantes podría ser clave. Vigo, cuyo alcalde, Abel Caballero, es tío de Gonzalo, aunque mantienen una tensa relación, se ha mantenido al margen de las primarias tras haber apoyado a Susana Díaz en la consulta estatal. Su movilización podría ser clave.

Voto en Vigo

Asimismo, la Comisión de Ética autorizó el cambio de local del centro de votación de la agrupación municipal de Vigo, que pasa a ser el hotel Bahía, aunque le reprochó a la ejecutiva viguesa la manera "impropia e inadecuada" de proceder y actuar en este asunto, después de que esta última presentase un escrito de justificación sobre el cambio.

En concreto, la Comisión de Ética exigió a la ejecutiva municipal que envíe indicaciones "precisas" sobre el lugar de votación. De igual modo, se le solicitó a la Secretaría de Organización Municipal de la agrupación de Vigo que anuncie en la puerta de la entrada y en el tablero de la agrupación el cambio de local del centro de votación.