Atender el trabajo sin descuidar a la familia es casi una tarea de superhéroes. El 40 por ciento de los trabajadores gallegos, más de 370.000 personas, aseguran que ven "difícil o muy difícil" conciliar vida laboral y familiar. Y a las mujeres les cuesta más, puesto que tienen dificultades para compaginar ambas cosas el 38,6 por ciento frente al 36,7 por ciento de los varones.

En todo caso, todo depende del trabajo. Tener unos horarios fijos ayuda e incluso trabajar en jornada continua, como hacen muchos empleados públicos, que trabajan de ocho de la mañana a tres de la tarde. Por esta razón, son los asalariados del sector privado los que admiten más dificultades: el 39 por ciento. Este porcentaje se reduce al 31 por ciento entre quienes trabajan en la administración.

Y si en el sector privado es más difícil conciliar, también surgen más dudas a la hora de decidirse a tener hijos. Dos de cada diez asalariados, que trabajan para empresas, aseguran que su situación laboral frena sus deseos de ser padre o madre, mientras que en la pública solo el 12 por ciento de los trabajadores se ven condicionados por culpa de su empleo.

Los autónomos, sin embargo, son los que mejor concilian y seguramente no por trabajar menos horas, si no porque son capaces de adaptar sus horarios a las necesidades de conciliación familiar.

A más responsabilidad en el trabajo, más complicaciones para atender a la familia. El 46 por ciento de los directores y gerentes se quejan de que les resulta difícil conciliar.