El portavoz de En Marea, Luís Villares, limitó esta mañana el alcance de la irrupción de Xosé Manuel Beiras en el debate previo al plenario de la formación rupturista del sábado, en el que se posicionó al lado de los críticos con el exjuez apoyando un documento que rechaza la moderación que perciben en el rumbo actual. "Sí, absolutamente en el tema personal. Es una cuestión estrictamente política", respondió Villares a la pregunta de si se sentía "respaldado" por el histórico dirigente.

El plenario supondrá un nuevo choque entre Villares y los críticos después de que el primero y sus fieles se aliasen con sectores minoritarios para que el primero conquistase una portavocía única que hasta entonces le negaban sus socios. Estos son hoy sus rivales internos: Marea Atlántica, la dirección de Anova y parte de Podemos Galicia, entre otros.

Beiras siempre defendió el papel de referente de Villares, pero ayer utilizó las redes para mostrar su respaldo a un documento político que quiere enmendar la tesis oficial y que supone una crítica dura a la dirección del exjuez. Nuestro discurso [?] no admite ni moderación ni adecuación al sentido común del régimen ni aggiornamento a las condiciones que puedan establecerse para los combates electorales", expone el citado texto, que reitera la necesidad de mantener la radicalidad en el cuestionamiento del statu quo. Enfrente, la coordinadora de En Marea aboga por cierta contención.

"Muchas cuestiones no deberían ser formuladas como una enmienda a la totalidad, sino como un complemento a la tesis política enunciada por el Consello [das Mareas]", expuso esta mañana Villares tras participar en la sesión plenaria. Insistió en que "serán los inscritos los que decidan".

También aprovechó para lanzar dos dardos a sus rivales. El primero, a los diputados de En Marea en el Congreso, reacios a participar en el plenario para dar cuenta de su actividad alegando falta de tiempo. "Quien quiere busca motivos", les respondió Villares, quien recordó que los Estatutos de Vigo indican la necesidad de exponer la tarea realizada ante el máximo órgano de la formación rupturista.

El otro se refirió a las enmiendas que buscan "recuperar la figura de los liberados", es decir, de personas a sueldo de En Marea, una figura que, añadió, es rechazada por este espacio político.

La dirección de Villares sí propone que se pueda permitir superar los tres salarios mínimos de tope parasus cargos -2.123 euros mensuales- a quienes perdiesen dinero por entrar en política

, opción que rechazan de plano sus rivales.