Las negociaciones contrarreloj en el PSdeG para la elección de los delegados gallegos al Congreso Federal de junio, que ungirá a Pedro Sánchez como líder, giran alrededor de un número: 56. Se trata de los representantes gallegos en una cita a la que acudirá un millar de militantes socialistas, pero se decide mucho más. Se mide el grado de división entre afines a Sánchez y sus competidores.

La cifra va más allá de la cuestión cuantitativa. Las asambleas locales que concluyen mañana son previas a los congresillos provinciales del fin de semana que determinarán quiénes viajarán al cónclave. De A Coruña serán 20, por 16 de Pontevedra, 11 de Lugo y 9 de Ourense. Allí se escenificará el grado de división existente en el partido y si los derrotados -la mayoría de barones apoyó a Susana Díaz- ceden sus parcelas de poder a los sanchistas. La victoria de Sánchez fue contundente, pero está por ver cómo gestiona su segunda etapa al frente del PSOE, con el que cosechó los peores resultados de su historia. Sánchez ofreció cerrar listas únicas proporcionales al resultado de las primarias para que no se escenificase el peso de los críticos. En Galicia logró el 65% de votos, por el 27% de Susana Díaz y el 7% de Patxi López. Les corresponderían 37, 15 y 4 asientos, respectivamente.

En Pontevedra no existe acuerdo y la dirección provincial, alineada con Díaz, presentará probablemente su propuesta para el congresillo. Hoy se escenificará en la asamblea de Vigo, donde se enfrentarán el sector del regidor, Abel Caballero, y los sanchistas. En la ciudad de Ourense, la división alcanza al propio bando de los de Pedro Sánchez, que hoy podrían presentarse en la Asamblea local en dos listas, además de la impulsada por los susanistas. En A Coruña y Santiago sí se logró y se da por hecho en Lugo.