El Gobierno gallego respondió ayer formalmente a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia con sus alegaciones en contra del aviso para que modifique o elimine diversos artículos del decreto de pisos turístico. En su escrito, la Xunta solicita la desestimación del requerimiento, argumentando que no restringe la competencia entre empresas, sino que se limita a ordenar una actividad que comenzó a proliferar en los últimos años.

Asegura que si en la regulación se establece una serie de requisitos mínimos para prestar este servicio es para garantizar una actividad "de calidad" y la "protección" de los usuarios y que el alquiler de las viviendas que no se ajusten a este uso turístico no es está prohibido, sino que se trata de un negocio sujeto a otra legislación, si bien no se podrán publicitar como pisos turísticos.

En cuanto a los trámites de apertura y a la posibilidad de que los concellos puedan prohibir esta actividad en determinadas zonas, la Xunta considera que no se establece ninguna limitación, sino que simplemente se respetan las competencias municipales.

Sobre los requisitos mínimos exigidos, el Gobierno gallego aduce que responden a los "principios de necesidad y proporcionalidad" y que además "son considerablemente inferiores a los recogidos en otros decretos autonómicos".

Sobre la prohibición de alquilar por habitaciones estos inmuebles, la Administración gallega indica que la cesión en su totalidad de la vivienda es una condición que debe cumplir un piso para ser calificado como de uso turístico.