Los presupuestos generales del Estado asignan este año a Galicia 924,6 millones de euros en inversiones, lo que supone una reducción del 32,2% con respecto a 2016 y caer a la cifra más baja de los últimos trece ejercicios, ya que desde 2004 nunca se había estado por debajo de los 1.000 millones. El recorte en las inversiones que se pueden regionalizar ha sido generalizado, del 22,2% de media, y ha afectado a todas las comunidades menos a Canarias, la única donde sube, aunque ligeramente. En el caso de Galicia, el Gobierno le aplicó la tercera mayor rebaja, solo por detrás de Andalucía (-36,46%) y Valencia (-32,98%), lo que significó su pérdida de peso relativo en el reparto de fondos y que su posición quedara relegada del tercer lugar que ocupaba en 2016 al quinto de ahora.

En esta evolución tiene mucho que ver la marcha de las obras del tren de alta velocidad, el principal pilar de las inversiones del Estado en la comunidad gallega, que ahora ve en su recta final como van disminuyendo las partidas. Esto ha hecho que de los 1.363,9 millones presupuestados el pasado año -otra cosa es la ejecución de los mismos- se caigan hora casi 440 millones de las partidas destinadas a Galicia. Si antes las inversiones gallega representaban el 12,3% del total, ahora se cae al 10,8%.

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Al frente continúa Andalucía, que recibirá 1.156 millones, el 13,5% del total, seguida muy de cerca por Cataluña, comunidad en estado de tensión por la deriva soberanista a la que el Gobierno central aplicó uno de los menores recortes, de solo el 2,5%, lo que le hizo ganar peso relativo y absorber ahora 13 de cada 100 euros gastados (1.149 millones).

Junto con Madrid, Andalucía y Cataluña son las únicas comunidades con inversiones territorializadas superiores a los mil millones y las tres encabezan el reparto que establece el proyecto de presupuestos del Estado, entregado ayer al Congreso por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

En cuanto a la inversión por habitante, Galicia sigue en los puestos de cabeza pese al significativo recorte. Ocupa la tercera posición, con 341 euros per cápita, apenas por debajo de Cantabria (344), pero a distancia de Castilla y León (405). En todo caso, magnitudes todas ellas muy superiores a la media nacional, establecida en 185 euros por habitante, tomando como base la población estimada de julio del pasado año. Cierran la tabla autonómica Valencia (119), Canarias (126) y Baleares (129), aunque hay tres comunidades más por debajo de la media nacional.

La inversión regionalizable asciende en su conjunto a 8.597 millones de euros (2.500 menos que en 2016), a la que hay que sumar otros 4.244 no territorializados.

Pero está por ver hasta dónde llegará el nivel de ejecución, dado que los presupuestos se aprobarían, si el PP obtiene el respaldo suficiente, en el mes de junio, por lo que solo habría un semestre por delante para gastar lo programado para todo un año. Porque las cuentas del Estado llegaron ayer al Congreso con la incógnita de si el Gobierno podrá recabar el apoyo de los grupos de la oposición, especialmente del PNV, que le permitiría alcanzar los deseados 175 escaños que decantarían a su favor el primer envite del debate de totalidad.

Ciudadanos y Coalición Canarias ya han manifestado su respaldo a las cuentas elaboradas por el gabinete de Mariano Rajoy, además de los partidos conservadores que concurrieron en las elecciones con el PP -Foro Asturias y UPN-, pero el PNV indicó ayer que no le gustan los presupuestos y que sus diputados no los apoyarán si no hay cambios.

La Xunta se declaró "relativamente satisfecha" con las cuentas, pero la Generalitat de Valencia las calificó de "indignantes" por rebajar a su comunidad al último puesto en inversión por habitante.