Tecnologías de la información, idiomas, atención a la diversidad... Los docentes de ahora no afrontan los mismos retos que hace 20 años. En esos terrenos es donde demanda formación el profesorado que ya está en activo y también son las competencias hacia las que mira el grupo conformado por Xunta y universidades que desde hace un año trabaja para sentar las bases para diseñar el "profe" del futuro. Y ese documento estará listo "en un mes o dos".

Así lo señalaba ayer a este diario el subdirector xeral de Innovación Educativa, Manuel Vila, tras la reunión entre Xunta, responsables de la formación permanente del profesorado y decanos de las facultades de Educación de las tres universidades. Antes de presentar un texto definitivo, las universidades podrán aportar sugerencias aunque la Xunta percibe "buen clima".

La meta, explica Vila, es "ponerse de acuerdo en torno al marco de competencias docentes que ya desarrolla la Rede de Formación Permanente do Profesorado" y ver, "dentro del margen que tienen las universidades, de los títulos que tienen descritos, cómo encajan esas competencias".

Uno de los ejes es cómo "enlazar" la formación inicial y la permanente del profesorado y que sean "coherentes". La Xunta propone participar en el "Practicum" y acordar un protocolo para gestionar y realizar las fases de prácticas. Además, tras analizar las demandas de formación permanente del profesorado, Educación concluye, indica en un comunicado, que "es necesario incluir en la formación inicial conocimientos relevantes para la práctica en la gestión de organizaciones educativas tanto a nivel de aula como de centro e incluso de sistemas educativos".