Los presidentes de las diputaciones de Lugo y A Coruña, los socialistas Darío Campos y Valentín González Formoso, experimentaron diferentes sesiones en la Cámara. El primero reconoció la necesidad de buscar un acuerdo por estar en minoría para aprobar unas cuentas que crecerán un 0,16% en 2017 hasta los 88,4 millones y mantuvo un encontronazo con el popular Daniel Vega, al que espetó tras sus críticas. "Es imposible que usted fuera capaz de escribir eso", afeó tras los dardos de su rival, que calificó la institución como la que tiene "más problemas internos de España", en alusión al conflicto con el díscolo alcalde de Becerreá, expulsado del PSdeG y que ha votado en varias ocasiones con el PP.

Campos destacó como medida para el próximo año los 37,5 millones dedicados a empleo, políticas sociales e infraestructuras.

Por su parte, Formoso reclamó un nuevo "pacto local" para concretar competencias y vías de financiación en la presentación de unas cuentas de 176,5 millones, un 0,5% más que este año. El presidente de la institución también reclamó que una parte del Fondo de Cooperación Local de la Xunta fuese a los entes provinciales.