El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, se mostró satisfecho con la decisión del partido de contratar un asistente que le ayude en su trabajo diario, aunque su petición de contar con chófer no fue cumplida. También queda en el aire su deseo de que compensen la pérdida de dinero que sufrió tras dejar su puesto de juez, en que ganaba 4.000 euros mensuales, para abanderar el nuevo proyecto político impulsado por las mareas locales, Anova, EU y Podemos.

"Estamos proveyendo de medios a la organización y al grupo y los pasos que vamos dando se encaminan a que podamos cumplir con nuestras funciones. Por tanto, satisfacción plena porque las decisiones son en todos los casos unánimes", respondió a preguntas de la prensa sobre la decisión de la coordinadora provisional tras participar en la junta de portavoces parlamentaria.

El plan del partido pasa por celebrar un plenario el 17 de diciembre para determinar el Consello das Mareas -su dirección- cuyos miembros serán elegidos en primarias en enero. La fecha y el censo generan recelos en Podemos porque ese mes celebrará el congreso Vista Alegre II que definirá su estrategia política y de alianzas. Además, la coordinadora de En Marea pretende que participen los inscritos en su partido y no todos los de Podemos sin pasar un filtro como aportar una fotocopia el DNI.

Villares se refirió al primer punto desvinculando En Marea del proceso interno de Podemos, sobre el que se mostró respetuoso. "Somos un partido de adscripción individual y permitimos la doble militancia", alegó.

Además, todavía no existe decisión sobre las instalaciones parlamentarias que ocupará En Marea.

Por otro lado, la diputada de En Marea en el Parlamento Luca Chao, y el diputado en el Congreso Antón Gómez-Reino, miembros ambos de Podemos, acusaron a la dirección gallega de su partido de no respetar la democracia interna al no permitir el debate en el Consello Galego de la rendición de cuentas, informa Europa Press.