Obras sin acabar y padres no conformes con los agrupamientos realizados en sus colegios protagonizan las únicas incidencias que, según la Consellería de Educación, se registraron ayer, en un comienzo de curso que discurrió, en palabras del titular del ramo, Román Rodríguez, "con total normalidad". Las excepciones las pusieron dos centros de los concellos pontevedreses de A Lama y Fornelos de Montes y otros dos del rural coruñés, Dumbría y Santiso.

En el CEIP A Lama y el Doutor Suárez (Fornelos de Montes), las obras obligaron a trasladar a los alumnos a una parte del centro que permita dar clases "con plenas garantías de seguridad" mientras que en el CEIP Santa Eulalia de Dumbría y el CEIP de Arcediago (Santiso), las familias decidieron no enviar los niños a clase al no ver adecuados los agrupamientos realizados por Educación. La consellería defiende que el agrupamiento está "justificado", que el número de estudiantes está "muy por debajo" del máximo fijado y que así se garantiza la supervivencia de los centros del rural.

Esa "normalidad" que destaca la Consellería podría no durar. Plataformas en defensa de la educación pública han avanzado ya que protestarán contra la "imposición" de unas reválidas de las que "no se conoce ni las características, ni el diseño ni el contenido". La Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, según explicó ayer, se concentrará mañana ante la Consellería de Educación para exigir la supresión de la Lomce y de las reválidas, mientras que la Plataforma en Defensa do Ensino Público no descarta movilizaciones contra las reválidas, pero en octubre.

Ambas entidades alertan sobre el cierre de escuelas públicas y el recorte de profesorado. La Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público avisa de que este año se cierran 64 unidades y 13 escuelas, mientras la escuela privada y concertada recibe 250 millones. Por su parte, la Plataforma en Defensa do Ensino critica que hay 1.200 puestos de docente estructurales menos que en 2009 y que uno de cada cinco profesores son provisionales.