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La Xunta afina la predicción de la contaminación por ozono, subestimada en la costa

Un estudio busca mejorar la fiabilidad de los avisos -Este verano se traspasó tres días el umbral que afecta a los más vulnerables

Imagen de la costa viguesa // Marta G.Brea

El ozono, que en la capa estratosférica protege a la Tierra de la radiación ultravioleta y preserva la vida, no es tan beneficioso cerca de la superficie, lo que se llama ozono troposférico. De hecho, como explica el Ministerio de Medio Ambiente, este ozono, que no es de origen natural como el otro, contribuye al calentamiento global y es"uno de los principales contaminantes atmosféricos en Europa" por sus efectos sobre la salud -puede agravar el asma y reducir las funciones pulmonares, explica el Sergas- y la vegetación. Aunque la comunidad gallega no es de las zonas más afectadas, como afirman desde la Consellería de Medio Ambiente, MeteoGalicia vela para comprobar si se superan los parámetros de alerta para avisar con antelación a los colectivos más vulnerables (niños, ancianos y personas con problemas respiratorios) si se va a producir algún episodio que aconseje tomar precauciones, como limitar los esfuerzos físicos largos y la estancia al aire libre. Por encima de 180 microgramos por metro cúbico en una hora, los más débiles y con dificultades respiratorias ya notan problemas, por eso ahí se fija el "umbral de información". El de "alerta" está fijado en 240 y los efectos los notaría ya la población general.

Aunque lleva varios años vigilando este parámetro, la Xunta considera que hay que "mejorar" la predicción porque MeteoGalicia detectó que el modelo matemático que predice la cantidad de ozono del aire no es del todo preciso. "Tiende a subestimar en algunas zonas. Para validar el modelo, comparamos qué predecía para hace 15 días y lo que realmente midieron las estaciones y al hacerlo, de forma periódica, vimos que parece que hay una pequeña subestimación en algunas zonas, sobre todo en la costa de Pontevedra", explican desde Medio Ambiente. Eso quiere decir que se predice menos ozono del que habría luego en realidad en el aire.

Para comprobar si es así y para afinar el modelo numérico que permite realizar las predicciones, la Xunta destinará 61.000 euros (cofinanciados por la UE) a un estudio que busca conocer cómo influye la radiación solar en la producción de ozono -los niveles más elevados se registran en verano- y cómo inciden las brisas marinas en su dispersión. A partir de esos datos, se pretenden "mejorar" los parámetros del modelo matemático CHIMERE para la predicción. "Si somos capaces de predecir con mayor fiabilidad lo que va a ocurrir a 48-72 horas, los avisos a la población estarían mejor enfocados. No queremos avisar y alarmar sin necesidad y tampoco no avisar porque el modelo diga que no va a pasar nada y luego cuando empiece tengamos que avisar con más rapidez", alegan. Las brisas marinas también se estudiarán porque en las costas "es donde más se observan" las diferencias Se trata de ver si "están bien recogidas" o habría que afinar también ese aspecto.

Las alertas de ozono a nivel del suelo, que se forma por la reacción con la luz solar de contaminantes como los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles procedentes de emisiones de vehículos, disolventes o industria, no son frecuentes. En 2015 en Galicia ninguna estación superó ni el umbral de información, según la Xunta, y este año solo sucedió 10 veces, concentradas en tres días: el 17 y 18 de julio,según mediciones de las estaciones de Illa de Arousa, Ponteareas, el Eume y Santiago, y el 12 de agosto en Santiago.

Según la Xunta, las condiciones anticiclónicas de julio y agosto "ayudan a la creación de ozono", que puede viajar desde la Meseta y Portugal y hasta del centro de Europa.

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