El coste del personal es, después del gasto corriente en bienes y servicios, la partida que más presupuesto se lleva de las arcas municipales. En el caso de Galicia, representa casi un tercio de las obligaciones que tienen contraídas los concellos. Pero el comportamiento es muy desigual entre lo que destinan a este concepto unos y otros, sin que ello dependa directamente el tamaño en población del municipio. Así mientras ayuntamientos pequeños como O Pino (A Coruña) o Cortegada (Ourense), apenas dedican el 13% de sus cuentas a abonar las nóminas de los empleados públicos, en otros, de similar tamaño, representa más del 50%, como es en el caso de Sarreaus (Ourense), Castro Caldelas (Ourense) o Moaña (Pontevedra). Según las datos de liquidaciones presupuestarias del Ministerio de Hacienda correspondientes al pasado año, 68 ayuntamientos gallegos -uno de cada cinco- se dejan más del 40% de sus respectivos presupuestos en atender las retribuciones de su personal.
Al frente de todos ellos se sitúa el municipio de Sarreaus, un concello con apenas 1.300 habitantes que de sus 1,2 millones de euros de presupuesto, dedica más de 660.000 euros a pagar salarios. El gasto de personal se lleva nada menos que el 55% de todos sus fondos municipales. En segundo lugar figura Moaña, que con casi 20.000 vecinos destina el 54,5% del presupuestos a cubrir las retribuciones de los empleados públicos, que se llevan 4,8 de los 8,9 millones de euros con que cuenta el concello para atender todos sus gastos.
Por encima del 50% también figuran, según los datos de Hacienda, los municipios de Rairiz de Veiga, Castro Caldelas, Carballeda de Avia, Cervantes, Ribadavia, Cangas y Maceda. Así, hasta 68 concellos donde de cada diez euros de presupuesto, más de cuatro están comprometidos para abonar las nóminas de los empleados públicos.
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En las ciudades, con unas necesidades de gasto muy superiores, más servicios y también más personal, las remuneraciones se sitúan por debajo de la media ya que el peso del coste de personal no llega al tercio de los fondos municipales. Donde más acusada es la proporción es Ourense y Ferrol, con un 30,4% de sus presupuestos dedicado a nóminas. En Pontevedra y Lugo superan ligeramente el 29%, mientras que en A Coruña se sitúa en el 25,9% y en Vigo, en el 27,4%.
Con respecto a 2014, el pasado año la plantilla a sueldo de los municipios gallego creció ligeramente, un 1,9%, hasta llegar a los 28.098 trabajadores, medio millar más que el ejercicio anterior, según los datos del Ministerio de Hacienda. Esto hizo que el gasto total de personal en la comunidad creciera en similar proporción, un 1,2% para alcanzar los 698 millones de euros sobre un global de 2.200 millones que manejaron los municipios en sus presupuestos el pasado año.
Este capítulo sigue siendo muy superior al destinado a las inversiones reales, pero con una diferencia non tan exagerada como la registrada en 2014. Hace dos años, los gastos en salarios casi triplicaban a la partida de inversiones, pero en 2015 solo fue el doble. La razón es que no solo hubo una ligera recuperación económica, sino que también fue un año electoral, por lo que los concellos relanzaron las inversiones en el último tramo del mandato para acelerar las obras y poder presentar un mejor balance justo antes de las cita con las urnas. De ahí que se pasara de los 241 millones de euros en 2014 a los 342 del ejercicio siguiente. De todas formas, se trata de una cifra muy inferior a la que manejaban los concellos antes de la crisis, pues en 2008 el capítulo para obras superaba ligeramente los 450 millones de euros.
La liquidación que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda supone conocer el gasto y los ingresos reales a final de año y no el presupuestado, con el que siempre han diferencias al cierre del ejercicio. Entre otras conclusiones, también permite conocer cuáles son los ayuntamientos más endeudados en función de la población. Y los que lideran la lista son los medianos y pequeños concellos.
Al frente de Galicia se sitúa Cariño, con 433 euros de deuda por habitante. Le sigue Mondoñedo, con 386, y Tordoia, con 354. A partir de ahí, las cantidades ya son mucho menores. En Calvos da Randín el endeudamiento per cápita es de 240 euros, para bajar a 198 en Catoira, 196 en Cervo, 192 en Sanxenxo o 182 en Maside.
Los datos de Hacienda también posibilitan conocer las cargas fiscales que asumen los vecinos de cada municipio por los impuestos y tasas que pagan al ayuntamiento, si bien las estadísticas no diferencian entre la parte que que corresponde a los ciudadanos y a las empresas. En todo caso, en Vilariño de Conso (Ourense), la media sale a 1.956 euros por habitante. A continuación figura Muras (Lugo), con 1.837 euros y Xove (Lugo), con 1.519. Todas ellas, cantidades muy elevadas con respecto, por ejemplo, a las ciudades. Así, la presión fiscal en Ferrol es de 410 euros por habitante, mientras que la más alta corresponde a Ourense con 754. En Vigo no llega a 540 euros, en Pontevedra ronda los 590 o en A Coruña está en 644 euros per cápita.
