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Nuevo escenario político tras el 26-J

Dirigentes de Podemos en Galicia, a punto de llegar a las manos en la ejecutiva que debatía sobre unirse a En Marea

Un afín a la líder del partido y un crítico fueron separados por compañeros en la reunión del jueves para evitar una pelea -El ambiente interno se fractura en medio del debate sobre unirse a la Marea

Santos, tercera por la izquierda, antes del encuetro de Podemos Galicia del jueves pasado. // Óscar Corral

La crispación interna en el Consello Autonómico de Podemos casi genera una pelea entre dos miembros del órgano pertenecientes a los bandos enfrentados, símbolo de la grieta que se abre en la organización a las puertas de comenzar su debate interno sobre la fórmula de concurrencia a las elecciones autonómicas: en solitario o integrada en la Marea, que previsiblemente echará a andar sin que esté clara la presencia de los podemitas en las primeras negociaciones.

La reunión del jueves pasado supuso una victoria del sector crítico con la secretaria general, Carmen Santos. Cuando esta optó por abandonar el encuentro, Xabier Lombardero la increpó afeándole su actitud, a lo que reaccionó Miguel A. Taboada, afín a la primera, recriminándole sus palabras. Según las fuentes consultadas, ambos a punto estuvieron de enzarzarse de no ser por la mediación de sus compañeros, que evitaron que el conflicto fuese a más. Este diario trató de contactar con ambos sin éxito.

Los hechos evidencian que las primarias, que Santos venció en abril frente a la candidatura oficialista de la diputada de En Marea Ángela Rodríguez, no han enterrado la división en bloques del partido morado. De hecho, se ha agrandado, a pesar del mensaje oficial. "No existe fractura ni tenemos pensando ir más allá", sostiene Juan Merlo, responsable de Organización del partido sobre posibles medidas disciplinarias. Este, además, afirma que el pronunciamiento a favor de la confluencia carece de valor, pese al voto favorable de la mayoría del órgano gallego.

El rompecabezas de Podemos es el siguiente. Santos contaba con una mayoría mínima en el Consello Autonómico, que perdió por el apoyo a los críticos de Celtia Traviesas y Patricia Grela. La secretaria general pedía esperar a la consulta a las bases -proceso que se demorará todo este mes- antes de posicionar al órgano político de Podemos a favor de la reedición de En Marea, si bien ella ha apostado a título personal por esta opción frente a concurrir en solitario.

Sus críticos, entre los que se encuentra el diputado Antón Gómez-Reino, que no asistió al encuentro de Santiago, entendían que "no posicionarse es una forma de posicionarse" sobre la confluencia y desligaban que el Consello Autonómico diese un paso adelante con saltarse a las bases. Son movimientos independientes, esgrimen. "Pablo Iglesias también negoció primero con IU para ir juntos el 26-J y luego consultó a los inscritos", compara un miembro de este grupo.

Sin embargo, el sector de Ángela Rodríguez, que es el impulsor de esta maniobra, pretendía aprobar un documento que iba más allá y asumía el manifiesto de los alcaldes rebeldes de A Coruña, Santiago y Ferrol, que daba por buena la fórmula de primarias de las Mareas en Común.

El sector de Santos se negaba a esa asunción. Y no solo ellos, sino también parte de los críticos, como Grela o Traviesas. Finalmente, el texto que salió adelante aboga por que Podemos "tenga protagonismo" en las conversaciones que impulsarán este mes los regidores para la Marea gallega y apuesta por esta vía: no descarta ir en solitario, pero "apuesta" por la confluencia. "El documento aprobado no es exactamente un posicionamiento a favor, sino que hay que estar presente en ese proceso", explica Ares Jiménez, miembro de los críticos. Alega que es necesario aportar propuestas para "democratizar" la confluencia por si las bases optan por esta vía y no sumarse cuando estén ya acordada la arquitectura de la alianza.

Además, Jiménez descarta una dimisión en bloque que podría dejar al Consello Autonómico sin más de la mitad de sus miembros y forzar una nueva elección de dirección. La mayoría del grupo crítico ya optó por esta vía a principios de año para tumbar al entonces secretario general, Breogán Riobóo.

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