El INE refleja cómo a los jóvenes gallegos les cuesta dejar el hogar paterno, más que en el resto de las autonomías. Al menos así se constata si se analiza el porcentaje de chicos de 25 a 34 años que vive con su padre, su madre o con ambos. Si en España alcanza el 36,1%, en Galicia llega hasta el 43,6, siete puntos más. Por el contrario, en las Baleares se dan más prisa en abandonar el nido y solo un 27% aparece conviviendo con sus progenitores. En la comunidad, algunos de los que sí se independizaron se decantaron por vivir solos y conforman un 10% de los hogares unipersonales (27.400 personas).