La selectividad tiene, en principio, los días contados, pero mientras experimenta sus últimos estertores todavía determina el futuro académico de muchos jóvenes, hasta el punto de que a veces incluso repiten las pruebas varios años seguidos con el objetivo de conseguir la nota que les abrirá las puertas de la carrera que sueñan. Pese a que los docentes defienden que los alumnos, y ellos mismos, dan lo mejor de sí mismos durante 2º de Bachillerato, los resultados de esta prueba, según los datos del Ministerio de Educación, dejan quedar a Galicia en mal lugar entre el resto de las autonomías. No solo porque en el examen de junio del año pasado los preuniversitarios gallegos procedentes de Bachillerato hayan sacado la peor nota media del país en Historia de España, en Filosofía o en Química y se sitúen en los puestos de cola en Matemáticas o Biología, sino porque Galicia tiene la peor media del ranking estatal, un bien raspadito, con un 6,08.
La Consellería de Educación, sin embargo, opta por ver el lado positivo y argumenta que de los resultados de este mismo informe durante los últimos años "se deduce que Galicia mejora más que la media española", en torno a "un 6% frente al 3-4% estatal, aproximadamente". Los números dan la razón al Ejecutivo gallego. En 2013 la nota media de la comunidad en la convocatoria ordinaria para los estudiantes de Bachillerato era de 5,75 y en 2015 pasó a 6,08, mientras que la del conjunto del Estado era de 6,21 y se elevó hasta el 6,45. Pese al incremento progresivo de la media gallega (a la par que la estatal) durante los tres años consecutivos que el Ministerio ha hecho pública la estadística, Galicia, sin embargo, no ha logrado escapar del último puesto entre las autonomías. Los dos últimos años la líder de la clasificación fue Canarias (de la que no consta el dato para 2013) y también destacan Extremadura, La Rioja y País Vasco.
Por otro lado, a las notas del último año que sitúan a los gallegos en el quinto y tercer puesto por la cola en Matemáticas y Biología, o que los suspenden en Química, la Consellería de Educación opone los resultados obtenidos por Galicia en el informe PISA. Desde el departamento dirigido por Román Rodríguez defienden que estas pruebas que miden las competencias en matemáticas, ciencias y lectura del alumnado de 15 años en numerosas regiones y países de la OCDE "acostumbran a reflejar una situación mejor para Galicia que para la media de España, con resultados buenos siempre en la competencia científica", donde la puntuación es superior también a la media de la OCDE.
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Asimismo, la Xunta hace hincapié en que las pruebas de Selectividad "no son homogéneas entre todas las comunidades". En esa línea subraya que "no son unas pruebas técnicas para todos y, por lo tanto, no son comparables".
En todo caso, lo que permiten constatar los datos publicados por el Ministerio de Educación es que con relación a 2013 los gallegos lo hacen mejor ahora en dos terceras partes de la treintena de asignaturas de las que se examinan (o pueden examinarse) en la fase general y obtienen una nota media ligeramente inferior en siete materias, entre ellas Química: en 2013 Galicia anotaba un 5,10 en esa disciplina y el año pasado fue un 4,62, el único suspenso entre las comunidades. Lo contrario también ocurre: en 2013 la media de Matemáticas no llegaba al aprobado (era de 4,99) pero en 2015 subió a 5,54.
Antonio Macho - Decano del Colegio de Químicos de Galicia y del Consejo General de Colegios de Químicos de España
"No se trata de memorización, sino de comprensión"
Al decano del Colegio de Químicos le preocupa que la nota media de su disciplina se quedara en 2015 en Galicia por debajo del aprobado por la repercusión que esa "baja formación" conlleva a la hora de cursar la carrera de Química, que tendría que hacer el esfuerzo añadido de suplicar carencias anteriores y los años del grado no bastan. No obstante, no echa la culpa a los alumnos. A su juicio, la cuestión reside en "motivarlos" para que aprendan.
Para Macho, la clave está en "fomentar" los conocimientos científico-tecnológicos y "motivar" a los estudiantes. Hacerles entender, explica, "la razón de ser de lo que aprenden, trasladarles que lo que estudian va a servirles para algo". Para el decano de los químicos, cuando un alumno escoge el examen de Química en Selectividad es porque cree que "adquirió conocimientos suficientes para salvar la prueba y a lo mejor está engañado" porque lo que evalúa el examen, señala, "no es memorización, sino comprensión". En esa línea defiende que las materias científico-tecnológicas se aborden de modo que susciten el "interés" y la "motivación" de los alumnos y que los docentes les "hagan entender los conceptos que les intentan transmitir". Considera que "hay que tomar nota y no obviar el problema"
