Acaba de ser elegida nueva portavoz nacional del BNG. Su principal reto ahora es pilotar la recuperación electoral, para lo que, admite, hará falta tiempo, y en sus planes no figuran alianzas con fuerzas estatales.
-Menuda responsabilidad, coger la riendas del BNG en su momento más complicado. ¿Cómo la afronta? ¿Con ilusión, pánico??
-Los retos nunca deben dar miedo, sino ánimo.
-¿Es consciente de que tras los malos resultados en las municipales y en las generales, el BNG puede quedar fuera del Parlamento en las gallegas y quedar su presencia reducida a algo testimonial?
-Las municipales, generales y autonómicas nunca tienen el mismo comportamiento electoral. Las tendencias cambian, pero esto no quiere decir que nosotros no veamos que hay un problema electoral para el nacionalismo, que lleva más de una década con resultados a la baja. Tenemos que trabajar para volver a transmitir ilusión y que nos vean, los que no nos votaron y los que dejaron de hacerlo, como una alternativa solvente con un programa social, de rescate de la ciudadanía y para derrotar las políticas de la derecha.
-Esos objetivos políticos son los mismos que promulgan también las llamadas fuerzas rupturistas de izquierda, como las Mareas o Podemos. ¿Cómo se van a diferenciar?
-La diferencia sustancial es que tenemos el corazón y las raíces en el propio país.
-El nacionalismo catalán y el vasco han evolucionado, pero el BNG continúa con un esquema rígido, al margen de las nuevas fórmulas. ¿Quizás eso sea motivo de la desconexión electoral?
-No creo que el problema esté en ser una fuerza nacionalista. Pero también creo que Galicia nunca tuvo el nivel de conciencia nacional que sí hay en Cataluña o Euskadi. Surgieron fuerzas con un resultado importante, como Podemos, que redujeron la base electoral del nacionalismo catalán y del vasco y que también afectaron a Galicia. Pero reconocer eso no significa que no podamos hablar de nuestros errores. El BNG existió en Galicia antes de tener presentación en el Estado.
-En su discurso como nueva portavoz nacional aludía a la necesidad de volver a recuperar la confianza de la ciudadanía, sobre todo de los jóvenes. ¿Cómo se hará?
-Queremos escuchar y abrir las puertas. Tenemos que hacer un esfuerzo para que los jóvenes nos vean como la fuerza que somos, alternativa, de izquierdas, con un programa diferente. Pero sabemos que los procesos de recuperación de cualquier fuerza política necesitan tiempo y dedicación.
-¿La negativa a dialogar con En Marea es total o se intentará un nuevo un acercamiento?
-El BNG lleva en su ADN el diálogo. Intentaremos una candidatura nacionalista, de integración, pero seremos nacionalistas, no una sucursal de Podemos.
-Pero las enmiendas de Tereixa Paz, Carme Adán y Alba Nogueira obtuvieron un tercio de apoyo de la asamblea para explorar una alianza electoral más amplia, incluyendo En Marea. ¿Se va a tener algún gesto con estas propuestas?
-Siempre saludé el debate de ideas en nuestra organización, que funciona de forma muy democrática. Hay que contar con su opinión, trabajo y valía. Y ahora toca cumplir con lo acordado por la asamblea y trabajar de forma constructiva entre todos.
-¿Qué lectura hace la marcha de Carlos Aymerich?
-Lamento cualquier abandono dentro del BNG.
-¿Teme un nuevo cisma?
-No, no creo que lo haya.
-La asamblea da un plazo de un año para la refundación del BNG, pero las elecciones autonómicas serán antes. ¿No teme quedar sin tiempo para exponer los cambios?
-Ya empezamos la nueva etapa, con una renovación de la ejecutiva. Y el fijar un plazo de un año, no quiere decir que se agote.
-Vence llegó a decir que incluso estarían en discusión las siglas BNG en esa refundación...
-Es una decisión, en todo caso, que adoptará la militancia de forma colectiva, pero no creo que las siglas sean el problema. Lo que tenemos que hacer es recuperar la confianza de los que creyeron en nosotros y ganar la confianza de los que nunca nos apoyaron.
-¿Será usted la candidata a la Xunta?
-Esto no se puede dar por sentado ni siquiera pensar que puede estar predeterminada esa candidatura. Es la militancia quien decidirá.
-¿Pero estaría dispuesta?
-Acabamos de salir de una asamblea y aún no es el momento de esa decisión. Pero también entiendo que ese debate no se puede demorar mucho tiempo.
-¿Asumirá ahora la portavocía del grupo parlamentario?
-Jorquera es un magnífico portavoz y me gustaría que siguiera siendo él el portavoz durante el tiempo que queda. No hay ninguna razón para cambiarlo.
