La formación política liderada por Xosé Manuel Beiras advirtió a sus socios de En Marea, la coalición en la que también están Podemos y Esquerda Unida (con el apoyo de las mareas que gobiernan en las ciudades), de que los acuerdos relativos a la actuación como sujeto político propio "no se están respetando".

La queja expresada por escrito, a cuyo contenido ha tenido acceso Europa Press, fue trasladada a los miembros de la mesa de coordinación de En Marea, que se reunió el pasado viernes. En su texto, Anova pide "reconducir" la situación, con el fin de que se lleve a cabo una "acción política propia de En Marea en las negociaciones para una alternativa de Gobierno y en el funcionamiento en el Congreso y Senado".

Para ello, la formación nacionalista apuesta por la "presentación pública y traslación al resto de fuerzas" políticas del "documento que contiene las líneas estratégicas para la participación de En Marea en un apoyo a la investidura y/o un gobierno". Entre las cuestiones, están la petición de revocación de la prórroga a Ence por 60 años más en la ría de Pontevedra.

Asimismo, Anova ha mostrado internamente su deseo de que se desarrolle una "estrategia de comunicación" en Galicia para que se "socialice" la posición política; así como "desarrollar de forma ágil la estructura de En Marea", algo "necesario", apuntó esta pata de la coalición, "para abrirla a la participación de la ciudadanía de a pie y a la rendición de cuentas de los diputados".

"Pone en peligro el proceso para las gallegas"

Anova considera que "la percepción desde Galicia", en cuanto a la forma en que se están dando negociaciones para la conformación de un nuevo gobierno de cambio, "es de que En Marea no está cumpliendo con lo prometido". Esta visión fue abordada en la reunión del viernes, y en la que, según las fuentes consultadas por Europa Press, hubo opiniones diferentes, entre las cuales, los socios que achacaron la cuestión más a un tema de "coordinación y comunicación".

"Esto pone en peligro la continuidad del proceso hacia las elecciones gallegas donde hay, por primera vez en mucho tiempo, la posibilidad de contar con un gobierno alternativo al PP liderado por una fuerza de la izquierda rupturista y con proyecto propio para Galicia", apunta Anova, cuyo líder, tras la configuración del grupo confederal --en el que están los diputados de Podemos y de las coaliciones catalana y gallega--, había advertido de que "la unidad de En Marea" peligraba si su formación no pactaba el grupo de las confluencias.

Antes del intercambio de pareceres del viernes, Xosé Manuel Beiras había hablado de falta de "agilidad" en la transmisión de las demandas gallegas y coordinación con la coalición de En Marea --tras la presentación al PSOE por parte de Podemos en el que no se encontraban las reivindicaciones gallegas--.

Al respecto de las palabras del veterano nacionalista, también se pronunció el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, quien afirmó que coincidía con Beiras en que "posiblemente, se debía a un problema de comunicación" que no estuviesen incluidas las demandas de En Marea en el documento presentado por Podemos. Ya este domingo pasado, la portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández (por Anova), aseguró que la coalición "abrirá sus negociaciones con el Partido Socialista con su documento propio".

Precisamente, estas declaraciones causaron malestar en otra pata de la coalición, Esquerda Unida, cuyo secretario de Organización, Rubén Pérez, ha manifestado a Europa Press que esta cuestión "no fue acordada" en la mesa de coordinación de En Marea, por lo que "se quejaron" al respecto del posicionamiento de la diputada y portavoz de En Marea.

De hecho, Izquierda Unida discrepa con esa visión de darle "bilateralidad" a las negociaciones y tratar directamente a dos con el PSOE, una cuestión que beneficiaría a los socialistas, que "quieren dividir" y que, por lo tanto, "no es positiva".

No obstante, Rubén Pérez ha matizado que esta postura es al margen de "la independencia para votar" de la agrupación parlamentaria y de que se presenten las propuestas concretas para Galicia, pero en una mesa negociadora "amplia" en la que estén todos los actores para lograr el objetivo de un gobierno de izquierdas.

El número dos de Yolanda Díaz ha explicado que "los ritmos de los seis diputados y de la coordinadora" de En Marea se tienen que "acompasar" y ha afirmado que, en general, sí hubo un "mea culpa colectivo" al respecto de la necesidad de coordinarse los unos con los otros.

Desde la negativa a conformar grupo

Sin embargo, para Anova, y según la postura trasladada a los miembros de la mesa de coordinación, la génesis del incumplimiento de los acuerdos radica en la "negativa" de la Mesa del Congreso a que En Marea tuviese grupo propio. Esta situación llevó a los diputados gallegos a decidir a configurar una grupo confederal con Podemos, en el seno del que se han constituido como agrupación parlamentaria, mientras la tercera de las confluencias, la valenciana, acabó por separarse y los parlamentarios de Compromís están en el Mixto.

"Desde que se nos negó lo que por derecho nos correspondía, comenzaron a darse una serie de dinámicas que pusieron en cuestión la independencia de En Marea, singularmente, a raíz del inicio de negociaciones para la conformación de un gobierno alternativo para el cambio político, en el que ese sujeto que estamos construyendo con esfuerzo y generosidad, pierde toda capacidad de iniciativa política y se diluye como un anexo sin autonomía ni voz propia, sin ser capaces de, al menos, tejer un relato sobre su posición", observa Anova.

Sin querer "entrar a cuestionar la estrategia o comportamiento de otros", Anova ha advertido de que "este problema, si bien es grave, tiene la ventaja de que la solución se encuentra por entera en su mano". "Si reaccionamos, si como colectivo tenemos la capacidad de recuperar la iniciativa política, la confianza y la voluntad de ser, nada puede impedir que En Marea actúe con iniciativa e identidad propias", ha expresado la formación liderada por Beiras.

También advirtió de que la coordinación de los aliados en el grupo confederal "es enriquecedora" y reporta "ventajas", y recuerda que en su día se estableció como primer mandato para los parlamentarios de En Marea "un documento de líneas estratégicas de intervención", y que, ello, "no era una mera formalidad".

En la queja expresada a los miembros de la mesa de coordinación de En Marea, Anova recuerda dos aspectos del acuerdo político sobre los que basa sus argumentos. Por un lado, la muestra "inequívoca de construir un nuevo sujeto político gallego a consolidar" y, por otro, en cuanto al grupo parlamentario, la referencia a la "personalidad política diferenciada en el Congreso", con o sin grupo en su caso.