En el último tramo de los años noventa, prácticamente encima del cambio de siglo, la natalidad en Galicia descendió notablemente. Nacían muchos menos bebés. Las previsiones de entonces ya auguraban que en dos décadas, justo el tiempo para crecer y estar en edad de iniciar una carrera universitaria de los nacidos en aquella etapa, la matrícula en las universidades gallegas se resentiría. Los estadistas que así lo dibujaron no se equivocaron, para nada. Las universidades gallegas perderán en tres años unos 6.000 estudiantes debido al desplome de la población juvenil en la comunidad, en edad de cursar estudios universitarios. El Sistema Universitario de Galicia (SUG) se enfrenta a una de las etapas más difíciles en su trayectoria hasta el momento ya que en 2019 la curva demográfica de jóvenes entre 18 y 24 años tocará fondo en la comunidad gallega.
En un momento de restricciones presupuestarias, la caída de matrícula supone un problema añadido para la financiación universitaria ya que, al perder estudiantes, se reducen los ingresos. Y supone una merma de fondos para sostener el sistema universitario tanto por la reducción de las transferencias de la Administración autonómica, que aporta a las instituciones académicas unos 6.000 euros de media por alumno, como por los pagos por parte del estudiante, que se incrementan en las segundas, terceras y cuartas matrículas. Solo en financiación pública, los campus gallegos se arriesgan a perder 36 millones de euros años con 6.000 menos en las aulas.
De aquí a 2019 perderá 6.000 alumnos, lo que significa una reducción del 10% con respecto al alumnado actual: pasando de 59.019 a 53.076 matriculados. Si se observa el gráfico poblacional de la comunidad gallega, según las proyecciones del Instituto Galego de Estadística (IGE), en 2019 el tramo de jóvenes de entre 18 y 24 años registrará un mínimo histórico, con el número más bajo de población de esa edad de las últimas décadas. De mantenerse en unos años el porcentaje de población en edad de estudiar una carrera que opta por esta opción (parte de los jóvenes eligen Formación Profesional u otras modalidades de estudio y también prueban suerte en el mercado laboral) la inscripción en los siete campus de Galicia estará ya cerca de los 50.000 universitarios, cifra muy baja para las facultades gallegas.
Haz click para ampliar el gráfico
El descenso que se avecina es continuidad de la bajada de matrícula que se produce desde el año 2000. En ese momento el volumen de alumnado universitario era muy elevado, con más de 98.000 estudiantes matriculados en el sistema. La generosa cifra coincide, además, con el alto número de jóvenes entre 18 y 24 años en ese momento: más de 300.000 (observar gráfico). Desde entonces, en algo más de 15 años, el volumen de universitarios en Galicia se redujo prácticamente a la mitad: pasando de 98.691 estudiantes en el 2000 a 59.000, una bajada superior a los 39.000. Esto se traduce, en 15 años, en una reducción del 40% en la matrícula de las universidades gallegas.
Mirando hacia atrás, desde los 300.000 jóvenes de entre 18 y 24 años que había en Galicia en 2000, el número no ha parado de bajar, hasta los 173.127 de 2013, por ejemplo, o los 161.340 de 2015. Al mismo tiempo que descendía la curva demográfica, especialmente en ese tramo de edad, también disminuía la inscripción en los campus, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los estudiantes de las universidades de Galicia son gallegos.
El último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo sitúa la matrícula en las universidades gallegas en 59.353 jóvenes en el curso 2013-2014. Al finalizar 2015 la cifra de matriculados en los campus se concreta en 59.019. Si la proyección de población se cumple, siempre que el porcentaje de jóvenes que opten por estudios universitarios sea similar al actual, en 2019 habrá 149.511 jóvenes, la cifra más baja de la serie, y el número de inscrito en estudios de grado, cursando los distintos cursos, será de 53.076 jóvenes. Significa que desde que se inició el descenso poblacional las universidades perderán 45.615 estudiantes, pasando de casi 99.000 a algo más de 53.000 estudiantes. En casi dos décadas las universidades perdieron prácticamente la mitad de los estudiantes alcanzados en su día.
A partir de 2019 la curva poblacional iniciará de nuevo un ascenso. Sin embargo, tardará en alcanzar niveles previos. Así, en diez años, en 2026, el IGE prevé una población de 159.995 jóvenes, por lo que la matrícula universitaria, con los porcentajes actuales, se situaría en 56.800 universitarios, menos que en la actualidad. Pese a la caída de estudiantes, Xunta y universidades han optado por no incrementar las tasas universitarias en primera matricula y Galicia sigue siendo así la comunidad más asequible para cursar estudios superiores.
Aumentar el 1,4% actual de estudiantes extranjeros es una salida para ganar matrícula
- El porcentaje de estudiantes extranjeros en las universidades gallegas se sitúa en el 1,4%, según apunta el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo. Esta cifra porcentual se traduce, en la práctica, en menos de 1.000 estudiantes de otros países en las aulas de las facultades gallegas, en concreto, en estudios de grado.Una de las opciones para las instituciones académicas es la captación de estudiantes extranjeros para mejorar los índices de matriculación. De hecho, las universidades gallegas han puesto en marcha en los últimos ejercicios programas de captación de jóvenes en el extranjero, una vía a la que acceden, en parte, a través del intercambio Erasmus, que les permite tener presencia en el exterior y atraer alumnado.La Universidad de Santiago registra el porcentaje más elevado de las tres instituciones gallegas de alumnado extranjero, con un 2,3%. Le sigue la Universidad de Vigo y la de A Coruña, en tercera posición. El porcentaje de estudiantes extranjeros es más elevado en el conjunto de las universidades públicas del país, alcanzando un 3,4%.En las instituciones privadas el porcentaje es superior, llegando al 5%, y la media de todas las instituciones académicas españolas está en el 3,6%. El propio coordinador del informe Fundación Conocimiento y Desarrollo apunta que las cifras son un poco mejores en másteres, si bien aconseja incrementar los porcentajes en ambos casos.
