El pasado 24 de diciembre entró en vigor el Real Decreto de Prescripción Enfermera que limita la potestad de los enfermeros para recetar o administrar medicamentos. Siete comunidades han expresado ya públicamente su desacuerdo y han emitido órdenes para que no se aplique esta normativa (Andalucía, País Vasco, Cantabria, Aragón, Canarias, Extremadura y Navarra). En Galicia los enfermeros denuncian que no han recibido ninguna instrucción contraria a su cumplimiento pero tampoco tienen recomendaciones o indicacioens de cúales son los nuevos protocolos y guías clínicas que deben seguir para atender a los pacientes, de manera que en la práctica siguen recetando fármacos cómo lo hacían hasta ahora.

"Estamos en una situación alegal y de indefensión jurídica porque muchas cosas que veníamos haciendo, ahora no podemos hacerlas pero tampoco sabemos cómo proceder", explica Carmen García Rivas, secretaria de Satse.

Desde la Consellería de Sanidade defienden que "se trabaja con normalidad y que los equipos médicos están coordinados con los de enfermería", pero también se desentienden al asegurar que es "un tema del ministerio".

Los enfermeros hasta ahora podían prescribir medicamentos, incluso aquellos que requieren receta médica. Carmen Rivas pone como ejemplo el Sintrom, un fármaco anticoagulante. "Los pacientes que se lo administran tienen que hacerse un seguimiento que realizamos directamente los enfermeros. Y en función de determinamos indicadores podemos ajustarles la medicación", explica.

El objetivo inicial del Real Decreto de Prescripción Enfermera era regular esta actividad prescriptora que ya se venía realizando siempre siguiendo protocolos y guías clínicas. Sin embargo, ante la presión del colectivo médico, que se opone a que los enfermeros receten, el Ministerio de Sanidad cambió la redacción de la norma en el último momento y terminó por restringir la capacidad de este colectivo para prescribir fármacos. El texto obliga a que el médico "haya determinado previamente el dignóstico y la prescripción" antes de que un enfermero administre un medicamento.

Rivas explica que con esta nueva regulación los protocolos clínicos que seguían ya no son válidos y no tienen nuevas indicaciones. Así se pregunta, por ejemplo, como actuar cuando hagan curas a los pacientes. "Si se trata de un caso de úlceras escaras en la piel y tenemos que utilizar un parche, que es un producto medicamentoso, ¿debe necesariamente ser prescrito antes por el médico?", se pregunta. Satse pide al Sergas que aclare qué protocolos deben seguir ahora o, de lo contrario, se oponga a su aplicación como lo hicieron otras autonomías.