Empresas sin licencia transportan a viajeros en Galicia, en especial en las rutas hacia aeropuertos y estaciones de tren. La voz de alarma dada el año pasado por el colectivo de taxistas en la comunidad y la Federación Gallega de Transporte de Viajeros (Transgacar) sobre la proliferación de vehículos particulares y compañías pirata que operaban en el Camino de Santiago y en trayectos a Lavacolla llevó a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil a diseñar una campaña de vigilancia en las rutas sospechosas. En los últimos meses este control se ha reforzado y ha permitido destapar la existencia de empresas que transportan pasajeros en la comunidad pese a carecer de licencia.

Hace apenas una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil interceptaron dos microbuses que trasladaban a varias personas desde A Coruña al Alvedro sin autorización para esta actividad. El dispositivo concluyó con la inmovilización de los vehículos y el traslado de la correspondiente denuncia a la Xunta, ya que es la administración con competencia en materia de transportes y, por tanto, la que debe realizar posteriores inspecciones a las empresas denunciadas. Los infractores se enfrentan a una multa de 4.001 euros, una cantidad que se puede ver incrementada en el caso de que el titular interceptado sea reincidente.

Hace un año, la propia Federación de Taxis y los integrantes de la Federación Gallega de Transporte de Viajeros denunciaron la existencia de furgonetas que trasladaban a peregrinos en el Camino de Santiago y también de vehículos que operaban sin disponer de licencia en las conexiones entre el aeropuerto de Santiago y el centro de la ciudad o incluso otras localidades gallegas. "La vigilancia llevada a cabo entonces había permitido cortar este tipo de actividades, aunque con la vuelta del verano seguro que estos vehículos de transporte irregular volverán a operar", advierte el máximo responsable de Transgacar, José Carlos García Cumplido.