Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Marea tiene votos... pero no candidato

Sus tres alcaldes referentes se han descartado como cabezas de cartel en las autonómicas -Beiras es una opción remota en unas elecciones donde es factible un gobierno de izquierdas

Xulio Ferreiro, desde la izquierda, Martiño Noriega y Jorge Suárez, en Santiago. // Xoán Álvarez

La izquierda rupturista se enfrenta a una paradoja. Goza del éxito de debutar en unas elecciones generales con seis diputados, a pesar de que las expectativas superaron en algún momento ese botín, y considera que las elecciones autonómicas de este año constituyen una oportunidad real de constituir un gobierno de izquierdas en que se sitúen como segunda fuerza en Galicia, por detrás de un PP que tiene su mayoría absoluta en serio riesgo. Sin embargo, carece de un candidato claro, como sucede, curiosamente y por diferentes motivos, con el resto de fuerzas políticas.

Las Mareas, término con que se define el espacio rupturista de listas de unidad donde se mezclan partidos clásicos y movimientos ciudadanos y que surgió de la Marea Atlántica de A Coruña, cuentan con un referente totémico, Xosé Manuel Beiras, y tres símbolos: los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol. Estos tres últimos se han descartado como cabezas de cartel y el primero cumple en breve 80 años.

El último en responder a la pregunta del millón de si se prestaría a una posible candidatura a la Presidencia de la Xunta fue el regidor de Ferrol, Jorge Suárez. En una entrevista en la Cadena SER, no solo negó su paso, sino que también opinión que los tres alcaldes deberían cumplir el compromiso adquirido. "Creo que por responsabilidad, pero si alguno personalmente da el paso lo respetaré completamente, ninguno de los tres alcaldes de las grandes ciudades deberíamos abandonar nuestros puestos de trinchera porque tenemos una responsabilidad con los vecinos que nos escogieron para esas ciudades y creo que sería un poco una huida para delante", declaró Suárez, militante de Esquerda Unida y líder de Ferrol en Común.

El debate lleva tiempo vivo en el seno de las fuerzas que impulsaron En Marea, la candidatura para las generales en que se unieron Podemos, Anova y Esquerda Unida. Y las soluciones no parecen claras, aunque tampoco da sensación de generar tensión. El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, incluso deslizó esta semana que el primer paso pasa por mejorar el proceso de confluencia, tras las carencias que echaron en falta tanto él como Suárez en la constitución de En Marea, cocinada básicamente entre la cúpula de tres partidos, apoyados luego por una plataforma ciudadana.

La alianza, sin embargo, se dejó embriagar por el éxito del 20-D, al debutar con seis escaños, empatando con el PSdeG, y comprobar que el PPdeG perdía cinco actas en un descalabro sin precedentes. La noche de la jornada electoral proclamaron que el reto era la Xunta, sin atender a la fragilidad de su situación interna, como demostró la experiencia de AGE, cuyo éxito tornó en dos escisiones y la fractura de Anova.

Fuentes de la izquierda rupturista creen secundario el cabeza de cartel y priorizan precisamente la cohesión del mensaje, la generosidad y mantener el interés del voto cabreado por la crisis y que quiere otra gestión. "El candidato no es tan importante", sostienen.

Si bien es verdad que en las generales solo Yolanda Díaz, líder de EU, de los seis diputados electos poseía trayectoria en primera línea, lo cierto es que presentar un cabeza de cartel sólido cuando se tienen opciones de gobierno en una coalición de izquierdas resulta determinante.

La opción de que Beiras repita genera sonrisas veladas en el seno de Anova, donde se considera remota esa posibilidad por la edad y condiciones físicas del veterano dirigente, que no aparece como opción creíble para gobernar con 80 años. Si no puede asumir la agenda parlamentaria en ocasiones, enfrentarse a la de unas tareas ejecutivas que nunca ha desarrollado resulta quimérico. Las miradas siguen fijas en su delfín, Martiño Noriega, al que intentarán convencer.

A su favor cuenta con el consenso interno del movimiento y la mano cesárea de Beiras. En su contra, que ha dado su palabra de que concluirá su mandato en Santiago, aunque ya rompió su promesa de dar un paso atrás para presentarse en las municipales alegando la petición de sus compañeros de filas. Abandonar la Alcaldía de la capital también lanzaría un mensaje de difícil digestión para las bases de un movimiento que rechaza la "vieja política" .

En la misma situación se encuentra Ferreiro, cuyo ascendente sobre todo fuera de Galicia crece conforme pasan los meses.

Ambos cuentan, además, con una férrea oposición del PSOE, aunque Noriega, que ganó al PP en las municipales ha empeorado resultados el 20-D, mientras Ferreiro ha mejorado.

En la recámara se mantiene Yolanda Díaz, que no se ha descartado del proceso, a pesar de comprometerse con el acta del Congreso durante cuatro años un ejercicio antes de concluir el que había sellado con el Parlamento gallego.

Los comicios gallegos con más interrogantes

  • La candidatura de una Marea en las autonómicas no resulta la única incógnita de unos comicios que se presentan como los de mayor incertidumbre de la historia autonómica. No se conoce la fecha, pero tampoco está claro ninguno de los cabezas de cartel e incluso si el nacionalismo mantendrá su marca de BNG. Queda la duda también del impacto de CiudadanosEl PP espera a que Alberto Núñez Feijóo desvele antes de abril si optará a un tercer mandato y que sitúe los comicios a final de año, agotando la legislatura como prometió. Pero la repetición de las elecciones generales podría variar sus planes.El PSdeG, por su parte, contaba con la idea de que José Ramón Gómez Besteiro fuese candidato, pero su imputación por parte de la juez De Lara por un presunto delito de corrupción haría inviable esa opción, dejando al partido, de momento, sin plan B, a pesar de que el exministro José Blanco sondea sus opciones.El Bloque, por su parte, aún sufre la digestión de quedarse fuera del Congreso por primera vez desde 1996. Su proceso de debate interno abordará su refundación o posible confluencia, opción remota hoy en día, con la Marea.

Compartir el artículo

stats