La crisis económica y el incremento del desempleo han supuesto una soga para miles de familias y empresas gallegas, algunas de las cuales no han podido afrontar sus obligaciones fiscales con la Xunta hasta el punto de sufrir el embargo de propiedades cuya subasta sirvió para saldar sus deudas. Entre los años 2009 y 2014, el Ejecutivo autonómico realizó 145 pujas en las que ingresó casi 1,6 millones de euros por la venta de bienes inmuebles, como pisos, plazas de garaje o fincas, y vehículos.
Estas cifras constituyen la última fase de un proceso de requerimiento fiscal que en 2014, último ejercicio del que dispone de datos al Axencia Tributaria Galega, superó las 1.750, casi el doble de las 977 de un ejercicio anterior. A estos ciudadanos o firmas se les comunica que adeudan una cantidad de dinero y se abre una vía voluntaria para el pago, que pasa a la fase ejecutiva, en que se aplica un recargo e intereses, si no se satisface el importe reclamado.
El bloqueo de cuentas o devolución de impuestos es la fase siguiente antes de embargar una propiedad con la que saldar la deuda a través de su venta, momento al que llega un porcentaje que la Consellería de Facenda cifra en una media del 4% de contribuyentes. Desde 2009, la cifra gallegos en esta situación alcanzó al menos los 8.684 casos.
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Sin embargo, en ese momento, la mayor parte de morosos suele pagar y evitar que el embargo salga a subasta y sea vendido. "El anuncio de un procedimiento de embargo de un bien inmueble o de un vehículo normalmente provoca que el contribuyente satisfaga la deuda pendiente, lo que supone el del procedimiento y que el embargo no sea haga efectivo", explican fuentes del departamento dirigido por Valeriano Martínez.
El año 2010 resultó uno de los más duros de la crisis y también el ejercicio que más dinero supuso para la administración, al recaudar mediante 22 pujas un total de 415.970 euros, 9 subastas más que en 2009, cuando el PP alcanzó la Xunta, y 306.000 euros más. La progresión fue a la baja en los siguientes ejercicios en lo tocante a la recaudación, con 268.681 euros en 12 pujas en 2011; 246.504 en diez pujas en 2012; y 208.394 euros y 45 pujas en 2013. Un año después, la tendencia cambió, con casi el mismo número de subastas -43- la Xunta ingresó 334.579 euros, lo que supone un 60,5 más, de acuerdo con los datos ofrecidos por la consellería.
En estas cifras no se incluyen los ingresos obtenidos mediante otro tipo de subastas, como las herencias no testadas que recibe la administración.
