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La excelencia, una receta contra el paro

Un total de 77 titulados gallegos recogen sus premios extraordinarios de fin de carrera - La mayoría, 29, se graduaron en Vigo - La distribución, 39 mujeres y 38 varones, demuestra la "paridad", según el conselleiro

La excelencia, una receta contra el paro

La tasa de paro en Galicia en el tercer trimestre de este año era, según el INE, del 40,3% entre los menores de 25 años, un dato que muestra lo complicado que les resulta a los jóvenes colarse en el mercado laboral. Disponer de formación superior ayuda, como demuestra un estudio reciente que revela que el 67% de los titulados gallegos tiene empleo dos años después de acabar sus estudios. Y si esa formación además es excelente, de un currículum de quitarse el sombrero, parece que las puertas son menos reacias a abrirse.

Así lo demuestran los ejemplos de Antonio Álvarez, Aránzazu Turienzo, Alejandro López o Alexis Padón, que recibieron ayer junto a otros 73 jóvenes titulados en 2014 el reconocimiento a haber sacado brillo a su expediente hasta un mínimo de un 8,50 en carreras sociales, científicas y de humanidades o 7,50 para ingenieros y arquitectos. Los cuatro han hecho un hueco en sus agendas, porque trabajan, para recoger el premio extraordinario de fin de carrera de la Xunta, dotado con 2.500 euros. Sin embargo, entre los jóvenes a los que el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, emplazó ayer a ser "solidarios" y poner su talento e inteligencia "a disposición de Galicia", también están los que optan por formarse todavía más para buscar su oportunidad.

Es el caso de la elegida para hablar en nombre de todos, Ana María Maestro, graduada en Derecho por A Coruña y el expediente (9,85) más alto de los convocados, que está con el doctorado, y que defendió cómo los galardonados deben "mantener la calidad" en todo cuanto hacen, un mensaje que dirigió a 29 titulados de la Universidade de Vigo, 28 de Santiago y 20 de A Coruña, 39 mujeres y 38 varones, un reparto que, según el conselleiro, es una prueba de "paridad".

Aunque la excelencia en la formación influye, la "suerte" también tiene su papel a la hora de poder formar parte de ese porcentaje que trabaja, como destaca el ouresano Alexis Padón o Antonio Álvarez, vigués formado como ingeniero informático en A Coruña. Aunque algunos lo tienen más fácil. "Se dice que en la informática no hay paro y es verdad, es un sector en auge", apunta Antonio. Es su caso: mientras cursa el segundo año de máster trabaja a tiempo completo de lo suyo en una empresa de Vigo. Este joven, que aspira a ser un día emprendedor, afirma que "no hay recetas mágicas" para las buenas notas -aunque él no fue de "encerrarse en casa, hincar los codos y no hablar con nadie"-, pero aconseja a los que vengan "no estarse quietos, hacer cosas". Sobre todo en su sector: "En las TIC el que no se forma día tras día, se muere. Tienes que estar al día, aprendiendo y haciendo proyectos por tu cuenta".

También Aránzazu Turienzo, aunque esté a 2.500 kilómetros de su hogar en Vigo, trabaja de lo suyo. Esta arquitecta, que ya acumula honores similares al de ayer por un buen expediente que se trabajó "día a día" con "constancia", dirige un proyecto de viviendas en Berlín, a donde llegó tras un Erasmus y unas prácticas. Pero en unos años quiere volver, por eso busca adquirir experiencia en rehabilitaciones y reformas, porque "nueva construcción aquí es complicado", dice. Coherente con su decisión de perseguir su sueño, Aránzazu recomienda a los futuros universitarios "que estudien para lo que tengan vocación porque luego cuando trabajan ya no es trabajo; deja de serlo cuando tu afición se vuelve tu modo de vida".

Lo mismo enfatiza el vigués Alejandro López, que estudió Ingeniería de Minas, la especialidad de energía: "Tienes que estudiar lo que te gusta. Nunca vas a ser tan bueno como en lo que te guste". Alejandro cree que "ya no existen los trabajos para toda la vida", sino que "ahora cada uno entra en un empleo consciente de que está en una etapa", pero lo ve "incluso positivo" porque cada puesto "aporta unas cosas". Él ahora trabaja de ingeniero en una pyme, pero antes se dedicó a la investigación y puede declarar que "aún" no conoce el paro. Estudiar ayuda: "Si no, es mucho más complicado conseguir buenas oportunidades". Y tener "tu orden de prioridades". "Si tienes claro lo que quieres hacer, puedes", señala, aunque con ciertos "sacrificios" y "esfuerzo".

Esas dos palabras, junto a "tiempo" y "dedicación", las utiliza el ourensano Alexis Padón, que estudió Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en Pontevedra, para asesorar a los adolescentes y animarles en su futuro laboral. "Si trabajas, si te esfuerzas, algo acaba apareciendo", sostiene. Pone la misma condición de sus compañeros: hacer lo que a uno le "gusta" como base para lograr metas. Él lo hizo y no se arrepiente. En este momento compagina su tesis (con beca, investigación y docencia en la universidad, donde le gustaría hacer carrera) con clases en la Federación Gallega de Fútbol y está de preparador físico, tras pasar un año y medio en las categorías inferiores del Celta, en el Choco de Rendondela. "No paré de trabajar, no tengo queja", comenta. Además puede afirmar: "Cuando llego a casa no tengo la sensación de estar cansado o de que fui a trabajar porque hago lo que me gusta".

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