La crisis ha empujado a más de 66.000 gallegos a dejar la comunidad para buscar una salida laboral en otros países. Los jóvenes son los que más mermadas han visto sus oportunidades de futuro con el aumento del paro y los que menos se lo han pensado a la hora de hacer las maletas. De hecho, cuatro de cada diez gallegos que desde 2008 cruzaron fronteras para lograr trabajo -casi 27.000- tenían entre 16 y 44 años. En otros casos la movilidad por causas laborales no implican irse a vivir a otros países pero obligan a los ciudadanos a trasladarse a otras autonomías o a otras provincias de su propia comunidad. La migración interior se llevó 19.862 personas a otras autonomías, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

De los 80.383 gallegos repartidos por toda España, unos 60.500 -un 75%- se quedaron en Galicia. La mayoría se concentran en A Coruña con 25.682 personas -el 42%- trasladadas a esta provincia por motivos laborales. Tres de cada diez se decantaron por Pontevedra con un total de 19.228 casos. Las zonas del interior tienen menos tirón a la hora de que los gallegos de otras provincias se desplacen allí por motivos de trabajo y mientras 9.484 gallegos van a Ourense a trabajar, unos 6.127 tienen su puesto en Lugo aunque no tengan en esa provincia su lugar de residencia.

Madrid y las islas Canarias fueron los destinos preferidos de los casi 20.000 gallegos que el año pasado cambiaron de residencia y se instalaron a otras autonomías, con 4.506 y 2.569 casos respectivamente. En tercer lugar se sitúa Cataluña con 2.528 personas procedentes de Galicia que encontraron allí trabajo en 2014. En una posición intermedia se sitúan Asturias, Castilla y León o Andalucía que recibieron entre un millar y 2.000 gallegos. Los destinos menos atractivos laboralmente para los que se marchan de la comunidad gallega son La Rioja, Navarra y Extremadura, adonde apenas llegaron 200.

Más de 25.300 pontevedreses tuvieron que cambiar de residencia el año pasado a los lugares en los que encontraron empleo y 6.269 dejaron Galicia para vivir en otras zonas de España. Sin salir de la comunidad gallega, 15.541 pontevedreses siguen en su provincia pero trabajan en municipios distintos al que residían, 2.000 se fueron a la provincia de A Coruña, un millar a Ourense y 441 se movieron a Lugo.

Unos 33.571 coruñeses también tuvieron que mudarse el año pasado por toda España, de los que 25.375 -un 75%- no necesitaron salir de Galicia. Y de los coruñeses que se mudan por trabajo dentro de la comunidad gallega, en ocho de cada diez casos el traslado es dentro de su provincia. Pero unos 2.049 se van cada día a trabajar a concellos de Pontevedra, casi un millar a Lugo y unos 600 hasta Ourense.

En el interior

En cuanto a los lucenses, son más de 8.800 los que se mudaron por motivos laborales, de los que 6.428 se quedaron en Galicia: unos 4.385 en la provincia lucense, 1.228 se fueron hacia A Coruña, 470 a Pontevedra y 345 a Ourense. Por otra parte, unos 9.639 ourensanos también tuvieron que desplazarse a otras provincias gallegas -unos 7.523 a otros municipios de Ourense, 1.168 se instalaron en la provincia pontevedresa, 641 cruzaron la autonomía hasta A Coruña y 304 subieron a Lugo-, mientras que casi 3.000 hicieron las maletas para probar suerte en otras autonomías.