El último candidato del PSdeG a presidir la Xunta, Pachi Vázquez, anunció ayer su dimisión como diputado y su abandono de la política para regresar a su trabajo como médico debido a la investigación judicial que está a punto de provocar que sea juzgado por un delito de prevaricación tras supuestamente haber enchufado a 37 personas entre 1999 y 2005 durante su etapa como alcalde de O Carballiño. Su adiós se produce a 20 días de las elecciones municipales y con un mensaje en el que defendió su inocencia, pero insinuó motivos políticos en el proceso y cargó contra juez y fiscal. "Tengo la sensación de que no se juzga al alcalde de O Carballiño, sino al exsecretario xeral del PSOE", declaró.

Vázquez cerró ayer con su anuncio en la reunión del grupo parlamentario días de rumores sobre su futuro después de que el instructor del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia decidiese cerrar el sumario, lo que lo acercaba al banquillo de los acusados, decisión que está en manos de la sala de lo penal. El código ético socialista establece que en ese momento, debería dimitir como militante. "Cumpliré", prometió, aunque se mantiene como afiliado de momento. "Es una decisión personal", negó presiones de la dirección.

Sin embargo, su renuncia al estatus de aforado devolverá la causa a la justicia ordinaria y podría demorar la apertura de juicio, que ahora parecía cuestión de tiempo.

Acompañado solo del que fuera exportavoz parlamentario durante su liderazgo, Abel Losada, y la diputada María Quintas, uno de los políticos con más peso del PSdeG en la última década abandonó el primer plano justificando su decisión. "No me escondo detrás del Parlamento o las siglas", explicó. El momento procesal fue escogido, añadió, porque es ahora cuando el TSXG le remitió la documentación original que él mismo había entregado para avalar su inocencia.

Ayer reiteró que en su etapa como regidor de O Carballiño no vulneró la ley para contratar a las 37 personas cuyos presuntos enchufes denunció de oficio la Fiscalía justo cuando, recordó, lanzaba su candidatura a las primarias para ser el cabeza de cartel del PSdeG en Ourense hace medio año.

Vázquez, que será sustituido por Noela Blanco, criticó la instrucción de la justicia y aseguró que la decisión para que se sentase en el banquillo "está tomada". Su estilo afloró cuando la prensa le preguntó quién la había tomado. "Hay tres frases en gallego para esto. Que queres que che diga, Ti xa me entendes e para que imos a falar", tiró de retranca.

Vázquez anunció su decisión al resto de diputados, pero no a su sucesor como líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, a quien evitó mostrar una "gratitud" que sí expresó a sus compañeros de Cámara.

El grupo parlamentario socialista asume así su segunda baja en dos semanas después de la dimisión de Francisco Caamaño, ex secretario provincial de A Coruña, para centrarse en su profesión académica. "Es un momento duro y difícil de afrontar", reconoció Vázquez antes de esgrimir su "coherencia" para justificar su adiós y así defenderse de una injusticia "como miles de ciudadanos". "Al final acabará imponiéndose la justicia. Confío en ella, pero también en mis ojos, que ven lo que ella no ve, y en mis manos, que toca lo que ella no toca", finalizó sobre la documentación que, cree, debería exonerarlo y no ha frenado la causa.