Tráfico ya tiene listo el operativo especial para Semana Santa, la escapada del año que provoca una mayor afluencia de vehículos en las carreteras españolas. Más de 1,2 millones de conductores se desplazarán hasta el domingo por la red viaria gallega hacia zonas de costa, lugares con tradición religiosa o las aldeas de la familia. El dispositivo de la DGT prestará especial atención al consumo de alcohol y drogas al volante -el 12% de la población conduce tras haber ingerido una copa de más o algún estupefaciente- y a los excesos de velocidad, sobre todo en carreteras secundarias donde se producen más del 90% de los accidentes de tráfico mortales. Será la primera operación salida del año en la que no habrá ningún radar en coches camuflados: todos los cinemómetros serán visibles para los conductores. En total serán 87 los radares que vigilarán las carreteras gallegas en esta escapada de abril: 61 fijos y 26 móviles.

Esta cifra convierte a Galicia en la comunidad del norte de España con más aparatos de control de velocidad repartidos en sus carreteras y en la quinta de España, por detrás de Cataluña (225), Andalucía (171), Castilla y León (167) y Castilla-La Mancha (100), según el listado elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) a partir de los radares fijos de la DGT y los aparatos móviles "más activos" de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia. En el extremo opuesto de la lista están Navarra (7), Cantabria (14), La Rioja (15) y Murcia (17).

En total, casi 1.150 radares desplegados por las las carreteras del país, el 7,5% de ellos ubicados en la red viaria de Galicia. En el caso de la comunidad gallega, la mayoría de los aparatos de control de velocidad están ubicados en autopistas y autovías, casi el 40% -más de una treintena- vigilan las carreteras secundarias, las vías que registran las mayor tasa de siniestralidad.

El listado de radares divulgado por Automovilistas Europeos Asociados ha sido realizado a partir de una muestra de 5.000 denuncias tramitadas durante el último semestre, para lo que solo ha tenido en cuenta aquellos puntos donde en días diferentes se han formulados más de dos.

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La provincia gallega que concentra el mayor número de radares es Pontevedra (29), seguida de A Coruña (27), Lugo (16) y finalmente, Ourense (15). Este año, la red viaria gallega estrenó los tres primeros radares de tramo en una autovía que detectan la velocidad media en un trayecto. Estos nuevos cinemómetros fueron instalados en la AG-55 de A Coruña a Carballo en el viaducto de Loureda (Arteixo); en la AG 64 de Ferrol a Vilalba, en concreto, en la bajada de As Pontes a la ciudad ferrolana; y en la A-8 entre las localidades lucenses de Abadín y Mondoñedo. Estos tres aparatos se suman a otro radar de tramo que está operarativo desde hace tres años en la AP-9 en el túnel de O Sartego (Ferrol).

Las carreteras de la comunidad que concentran más radares son la A-52, con un total de 12 dispositivos -11 de ellos en la provincia de Ourense y uno en Pontevedra-. Le sigue en el ranking, la A-6 con un total de 9 cinemómetros -siete en Lugo y dos en A Coruña-, la A-55 en Pontevedra, con siete; la AP-9, la autopista que vertebra Galicia de norte a sur, con otros siete -dos en la provincia de A Coruña y cinco en Pontevedra-; la A-8, en Lugo, con seis -uno de ellos el radar de tramo entre Mondoñedo y Abadín- y la N-634, en la provincia de A Coruña, con cuatro.

El reajuste de los radares el verano pasado en Galicia y el aumento de los desplazamientos por carretera pasaron factura al bolsillo de los conductores en la comunidad. Cerca de 109.000 automovilistas fueron interceptados en 2014 por los radares fijos instalados en las carreteras gallegas, un balance que supone un 12,2% más que las denuncias registradas el ejercicio anterior. En Pontevedra el radar que intercepta más infracciones, como años anteriores, es el ubicado en la A-55, en Mos.

Tras una tendencia a la baja de los accidentes de tráfico mortales en Galicia desde hace más de una decáda, 2014 se cerró con unas negras estadísticas: 110 fallecidos, 12 más que el ejercicio anterior.

La Comisión Autonómica de Tráfico y Seguridad Vial se reunió ayer para estudiar los datos y, a partir de ahora, diseñar campañas específicas para atajar la siniestralidad, con una mayor presencia de la Guardia Civil en aquellos lugares y momentos en los que se detectan más accidentes. Habrá mayor presencia policial y un mayor número de actuaciones en colaboración con la Xunta y los ayuntamientos, tanto de manera visible como con vehículos camuflados.

Las principales causas de accidentalidad en Galicia son el envejecimiento de la población conductora, la no utilización de dispositivos reflectantes por parte de los peatones, antigüedad del parque móvil -más del 40% de los vehículos superan los diez años-, repunte de los siniestros mortales en las carreteras convencionales o incremento de las colisiones frontales y las salidas de vía.