Ni reducción de concejales ni alcaldes mileuristas. La reforma local cocinada por Hacienda fue perdiendo propuestas por el camino ante la presión de los ayuntamientos -de todos los colores políticos- cada vez que el departamento de Montoro presentaba un nuevo borrador de la controvertida ley, en vigor desde enero. Del proyecto original se cayó el recorte de ediles y los mil euros de sueldo para los regidores de municipios de menos de 5.000 habitantes -más del 60% de los ayuntamientos gallegos-, pero finalmente se aprobó una tabla salarial para los cargos electos municipales. A partir de junio del próximo año, las nóminas de alcaldes y concejales ya no las fijará el equipo de gobierno local, sino el Gobierno y según criterios de población. En Galicia, los topes salariales fijados en la reforma local abren la puerta a que los regidores puedan subirse el sueldo hasta un 40%. En la actualidad, de las arcas municipales salen para las nóminas de los 314 alcaldes gallegos un total de 8,5 millones de euros, pero con los baremos aplicados por Hacienda sus sueldos podrían alcanzar los 13,4 millones, según cálculos de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). En las retribuciones de concejales y cargos de confianza, los ayuntamientos gallegos se dejan 4,3 millones, 300.000 euros menos que el margen que les da la llamada Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.
Ahorro en España
Los umbrales que marca la reforma local, con la que el Gobierno de Rajoy se propone ahorrar más de 8.000 millones durante el periodo 2013-2015, permitirá por tanto que las nuevas corporaciones municipales en Galicia que salgan de las elecciones del 24 de mayo puedan subirse el salario. En el conjunto del país, sí que habrá un ahorro en los salarios de alcaldes y concejales, pero será insignificante en relación a las cifras totales: apenas 150 millones.
Aunque en un principio se presentó como la ley que iba a poner coto a los salarios de alcaldes y concejales, finalmente la reforma local elevó los topes que a partir de junio del próximo año se tendrán en cuenta para fijar las nóminas de las corporaciones municipales. Incluso finalmente indultó a casi 2.000 alcaldes en municipios españoles de menos de 1.000 habitantes -una veintena de estos ayuntamientos son gallegos- ya que no serán mileuristas. Para los concellos de este tamaño, la reforma local no contempla que alcaldes y concejales puedan dedicarse a la actividad con exclusividad y únicamente se facilita la dedicación parcial. Con tres tramos: 30.000 euros para una dedicación parcial al 75%, 22.000 euros para una dedicación parcial al 50% y 15.000 euros para una dedicación parcial al 25%.
En el resto de casos, las retribuciones de los regidores estarán vinculadas a las de un secretario de Estado, cuyo sueldo es menor que el del presidente del Gobierno. El primer tope salarial está fijado en 100.000 euros para los alcaldes de municipios de más de 500.000 habitantes -en un principio se había propuesto 68.000 euros-. Para los ayuntamientos de entre 300.000 y 500.000 vecinos, el salario del alcalde se elevará hasta los 90.000 euros. Y en ciudades de entre 150.000 y 300.000 la nómina podrá llegar a los 80.000 euros. Un incremento del que podrán beneficiarse los alcaldes de A Coruña y Vigo, ya que en la actualidad Carlos Negreira (PP) y Abel Caballero (PSdeG) cobran casi 15.000 euros menos: 65.220 euros en ambos casos.
Quienes también podrán subirse el sueldo la próxima legislatura serán los regidores de Ourense, Lugo, Santiago y Pontevedra, ciudades con poblaciones de entre 75.000 y 150.000 habitantes a los que Hacienda permitirá elevar sus retribuciones hasta los 75.000 euros. De estos cuatro concellos, el alcalde de Compostela, Agustín Hernández (PP), es el que tiene el salario más alto -también de Galicia-, con una nómina de 74.460 euros, seguido del regidor de Ourense, Agustín Fernández (PSdeG), con un salario de 67.822 euros; su homólogo en Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), 63.831 euros, y el alcalde de Lugo, Xosé López Orozco (PSdeG), con 59.119 euros.
Para las ciudades de entre 50.000 y 75.000 vecinos, como Ferrol, la reforma local fija un tope máximo de 65.000 euros. Una cantidad que está muy por encima del salario actual del regidor ferrolano, José Manuel Rey Varela (PP), que percibe 44.300 euros.
En los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes, el salario del alcalde podrá alcanzar los 55.000 euros; mientras que en los concellos de entre 10.000 y 20.000 la nómina será de 50.000 -5.000 euros más que en el texto inicial-, en los municipios de entre 5.000 y 10.000 vecinos de 45.000 euros y lo que tengan entre a 1.000 y 5.000 -casi el 60% de los ayuntamientos gallegos-, 40.000 euros.
Borradores
La rebelión de los alcaldes, incluidos los del PP, pudo con la furia reformista de Hacienda. Los aspectos más polémicos de la reforma local se quedaron por el camino. Hasta diez borradores tuvo que redactar el departamento que dirige Montoro sin convencer ninguno de ellos ni a ayuntamientos ni a comunidades autónomas. La presión de los alcaldes de todos los partidos forzó finalmente al departamento que dirige Montoro a descartar la supresión de ayuntamientos, el traspaso obligatorio de servicios municipales a las diputaciones, la eliminación de los salarios a alcaldes de municipios de menos de 1.000 habitantes, la intervención directa de los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes o el polémico coste estándar. Finalmente, la pérdida de competencias municipales se limitará a aquellos municipios en los que tenga que intervenir el Estado, tal y como recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Todos los alcaldes cobrarán y la fusión de se incentivará con ayudas.
