Ya solo falta la "transmisión efectiva" de la propiedad de Novagalicia. Será mañana. Banesco firmará con el FROB el contrato que oficializa el relevo y, justo después, está previsto el primer consejo de administración de esta nueva etapa, ya con la cúpula renovada que ayer avaló la junta de accionistas. Al frente estarán, como se anunció tras la adjudicación, Javier Etcheverría, futuro presidente; Juan Carlos Escotet, líder del holding hispano-venezolano e inmediato vicepresidente de NCG; y Francisco Botas, consejero delegado. El principal órgano de decisión del banco heredero de las cajas gallegas se completa con seis miembros más, de los que dos, recién salidos de otras entidades financieras, aún están pendientes de nombrar formalmente. "Se han colmado todas las expectativas en estos tres años", proclamaba José Antonio Portugal, administrador del FROB y presidente de la junta, a modo de despedida en la cumbre con los socios en A Coruña -donde también se escenificó el cambio de manos el sábado con los 4.000 empleados-, a los que presentó el proyecto de Banesco como una garantía de "seguridad y normalidad" para el negocio.

A la cita acudió el 91,2% del capital de NCG, en representación del propio FROB (62,75%), el Fondo de Garantía de Depósitos (25,58%) y los accionistas privados que recibieron títulos en el canje efectuado con las preferentes y la deuda subordinada. En total, 36 socios, de los que una buena parte, una treintena, tenía el voto delegado. Así que físicamente solo acudieron seis.

Una amplia mayoría avaló las cuentas del pasado 2013, que el banco cerró con un beneficio de 18 millones de euros. Ésa fue la prueba de la que tiró Portugal para defender la solvencia a preguntas de uno de los asistentes. Otra apuntaba directamente a la morosidad, situada a cierre del pasado año en el 17,6%. El administrador reconoció que la tasa supera en cuatro puntos a la media del sector, aunque subraya que su comportamiento tiene mucho que ver con la reducción del crédito en general en el balance por las restricciones de Bruselas -lo que impulsa el cálculo total- y que solo el 45% responde a impagos reales. El 55% restante lo achacó a los criterios de prudencia contable para créditos que acumulan retrasos o están en refinanciación.

Las portavoces de Adicae, enfundadas con camisetas reivindicativas, asumieron la voz de varios afectados por los híbridos de capital de NCG. "¿Hasta cuándo van a seguir con este juego y cuándo tienen pensado arreglar el problema de las preferentes y subordinadas de una vez por todas y a todos ellos?", reclamaron, tras insistir en el "cansancio" del colectivo, pero con una oferta de diálogo con el consejo de administración elegido para la resolución de este problema y los que pudieran a afectar a otros productos del banco. En este caso, Portugal recordó que la normativa comunitaria obligaba a ejecutar las quitas para el reparto de costes del rescate, con casi 10.000 millones de euros de las arcas públicas en las tres inyecciones recibidas.

Ahora llega el fin de la nacionalización. "Banesco aporta, además de su indudable solvencia financiera -asegura José Antonio Portugal-, experiencia internacional y capacidad de gestión, lo que unido a la capilaridad de la red y la cuota de negocio de NCG, ofrece una perspectiva de futuro inmejorable". El representante del FROB hizo hincapié en "la seguridad y normalidad" del desembarco del grupo capitaneado por Escotet, "en la forma de hacer banca" demostrada con el Etcheverría. "Deseo y auguro un futuro de éxitos", resumió en lo que supuso una simbólica entrega del bastón de mando.

¿Quién estará en ese primer consejo de administración de la nueva NCG, a punto también de sufrir una metamorfosis de marca? Raúl Baltar Estévez, vigués, nacido en 1963 y presidente ejecutivo durante seis años del Banco Exterior de Venezuela, donde también fue director de la Asociación Bancaria. En abril de este año saltó a la dirección del grupo Banesco. Una mujer, Carina Szpilka. Natural de Buenos Aires (1968), aunque en su blog asegura sentirse española. Fue hasta hace poco la consejera delegada de ING en España.

Otro nombre esperado, el de Pedro López Jácome, nacido en Lalín en 1959. Bróker y uno de los más estrechos colaboradores de Escotet, encargado también en su día del plan de crecimiento del Etcheverría. El empresario venezolano Miguel Ángel Capriles López se sentará también en el consejo. Su macrogrupo inversor incluyó durante 15 años el principal conglomerado de medios de comunicación escritos de Venezuela.

Doble representación

"Todos -resume NCG- tienen un marcado corte profesional, amplia experiencia en la gestión y una dilatada trayectoria profesional en el mundo financiero". Alguno ya ocupa un puesto de consejero en Etcheverría, al igual que el presidente, Escotet y Botas. De ahí, y porque todavía no se descarta que el banco betanceiro se mantenga tras la fusión con NCG en septiembre con alguna parte concreta del negocio, la junta de accionistas autorizó la compatibilidad en ambos órganos de decisión. Banesco pone al frente de las cuentas de la entidad a su auditora, KPMG, muy conocida en Galicia tras la elaboración del informe de viabilidad con el que la Xunta forzó la fusión de las cajas.

La siguiente cita, después de la cesión de la propiedad de mañana, llegará el jueves por la tarde, con una presentación institucional en Santiago en la que intervendrá la cúpula del banco y el presidente de la Xunta. Hay más de medio millar de invitados. Al día siguiente, el viernes, las 600 oficinas de la entidad amanecerán con una nueva marca y una filosofía diferente también, que aspira a borrar el pasado.