La crisis sin precedentes de Santiago protagonizó ayer la sesión de control al presidente de la Xunta, que se defendió blandiendo las imputaciones e investigaciones a cargos de la oposición, al tiempo que retó a PSdeG y BNG a forzar ceses como los impuestos por el PP en la capital de Galicia, provocando el recambio en la Alcaldía, que recaerá en el todavía conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. Ante las acusaciones de ser el responsable de ese "esperpento", Feijóo también salió en defensa de los siete exediles de su partido condenados por prevaricación. "No son delincuentes", alegó antes de deslizar que habrá que esperar a que los recursos judiciales se resuelvan. "No actuaron a sabiendas de que prevaricaban", añadió.

Los cara a cara de ayer se produjeron dos días después de que el regidor de Compostela, Ángel Currás, anunciase que Hernández, número 25 de la lista del PP, lo relevaría, por lo que la crisis de la capital, que acumula trece dimisiones por problemas judiciales, afectará a la Xunta tras la intervención directa de Feijóo. Consciente de que la oposición afilaba las uñas, el presidente de la Xunta llegó al Parlamento con la máxima entre ceja y ceja de que la mejor defensa es el ataque, lo que se tradujo en una guerra de "y tú más" aplicada a la corrupción.

Tras defender la legalidad de que sea el número 25 de una lista quien acabe de alcalde y se fichen ediles no electos -como el PSdeG en Ames o el BNG en Vilalba y Ribeira, recordó-, espetó que a los socialistas que "no habría tiempo para citar los imputados que tienen". Y citó al alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, imputado en el caso Pokemon; así como a su exmano derecha o el exalcalde de Ourense, ambos en libertad bajo fianza, entre otros. Hasta ahora, el líder del PP había defendido la presunción de inocencia ante las imputaciones, ayer las convirtió en casus belli. "El cambio en Santiago es lo que desearían en Lugo y Ourense y no se atreven a hacer", le espetó al socialista José Luis Méndez Romeu tras garantizar la gobernabilidad en la capital de Galicia frente a esas dos ciudades, con presupuestos prorrogados, o Vigo. "El PP solventó el problema de soledad del PSOE", declaró sobre el pacto de las cuentas de la ciudad olívica.

El socialista replicó acusando a Feijóo de generar la "ruina sin precedentes en la que se encuentra el concello de Santiago", y de esperar "1.000 días" para actuar tras haber situado como cabeza de cartel a Gerardo Conde Roa, exalcalde condenado por no declarar al fisco 291.000 euros. Además, reprochó al PP boicotear un acuerdo de mínimos sobre corrupción en la Cámara similar al relativo al transfuguismo. También se defendió cuando salieron a colación Lugo y Ourense recordando las investigaciones judiciales a cargos del PP como el regidor de O Porriño. o dirigentes de Trazo y Miño.

Al BNG, por su parte, Feijóo le pidió explicaciones sobre el presunto pago de unos 2.000 euros por la defensa de un edil en Monforte -su alcalde amenazó ayer a este con demandarlo por difamación- en un juicio por unas obras particulares a cargo de las arcas públicas. También retó a la fuerza frentista a tumbar a Orozco y al alcalde de Ourense, Agustín Fernández. "¿Qué van a hacer en Lugo y Ourense?", preguntó a Francisco Jorquera, que acusó a Feijóo de "escapismo" y lo responsabilizó de renovar el concello de Santiago a través de cargos no electos.

La tensión fue in crescendo hasta la intervención de Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE. Esta denunció que "la imagen de Santiago es el retrato de Feijóo" y abrió fuego contra Agustín Hernández por su paso por empresas constructoras, contratistas de la administración. "También refleja una nueva forma de corrupción, las puertas giratorias", clamó.

"Calaña política"

La respuesta de Feijóo añadió gasolina a la hoguera, pues el también líder del PP tachó de "calaña política" a AGE, tras afearle que gobierne en concellos sin pasar por las urnas, en alusión a exmiembros del BNG como Martiño Noriega en Teo, lo que constituye "un caso de transfuguismo evidente". La diputada de AGE Consuelo Martínez lo tildó de "narcopresidente" y Díaz recordó sus fotos con el contrabandista Marcial Dorado. "Yo no tengo amigos narcotraficantes", cargó tras enfrentarse con aspavientos a las conselleiras de Traballo y Medio Rural y asegurar que el sistema político actual, desde la Corona a la justicia, está corrupto.

La presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, pidió a Feijóo que retirase su expresión del diario de sesiones, a lo que accedió, si bien exigió que se mantuviesen en él las acusaciones de las diputadas de AGE.

Por otra parte, la sesión permitió el debut de Carmen Iglesias, del grupo mixto, en los cara a cara con el presidente, al que pidió no participar en actos religiosos para respetar la aconfesionalidad de la administración. "El Gobierno vive el hecho religioso con normalidad", zanjó. este.