"No nos da ninguna credibilidad lo que dice". Así se refirió ayer Manuel Prieto, abogado de Francisco Garzón, el conductor del Alvia siniestrado el 24 de julio, al dictamen de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios. De hecho, el letrado se mostró indignado con el documento, según informó Efe.

En todo caso, a la defensa del maquinista no le sorprenden "nada" las conclusiones de la CIAF, dado que esta comisión, afirma, "al igual que Renfe y Adif, depende de Fomento, y entre ellos no se van a contradecir". "La CIAF", subraya, "debería ser independiente, porque así lo impone Europa, pero es totalmente dependiente".

Sobre las recomendaciones realizadas por la CIAF, que propone señalizar en la vía las reducciones de velocidad a partir de cierto rango, implantar balizas para controlarla y que se frene si se rebasa, o que las comunicaciones con los maquinistas se realicen de forma segura y sin distracciones, Prieto observó que esto "es lo que se venía diciendo, lo que debería haber estado instalado, para que en caso de fallo humano o distracción no ocurriera un desastre". "Eso no se tiene que recomendar, debería haber estado puesto", recalca.