El miembro de los GRAPO Fernando Silva Sande aceptó ayer en la Audiencia Nacional una pena de 33 años y seis meses de prisión por el asalto a un furgón blindado en la localidad barcelonesa de Sant Quirze del Vallès, en el que la banda se hizo con un botín de 150.000 euros.

En el juicio, la Fiscalía de la Audiencia Nacional rebajó de 45 a 33 años y seis meses la petición de pena de prisión para el gallego Silva Sande, a la vista de su reconocimiento de los hechos, en atención a su "colaboración activa" en el esclarecimiento de otros sucesos atribuidos a los GRAPO y al apreciar dilaciones indebidas en el procedimiento.

La Fiscalía lo acusa de los delitos de robo con violencia y uso de armas, tenencia de explosivos, tenencia ilícita de armas y tres delitos intentados de asesinato.

El Ministerio Fiscal destacó que el procesado, condenado por el secuestro del empresario zaragozano Publio Cordón, colaboró de forma "activa" en la obtención de pruebas en relación con hechos atribuidos a la organización terrorista GRAPO.

El abogado de Silva Sande ha mostrado su conformidad con las conclusiones de la Fiscalía, a la vista del reconocimiento de los hechos por el acusado y de la modificación realizada por el Ministerio Público.

Una década fuera

Durante el interrogatorio, Silva Sande reconoció su participación en el atraco -que se saldó con los vigilantes heridos de diversa consideración-, además de exponer que hace diez o doce años que no está en los GRAPO y que desde 2007 ha ayudado a la Policía y a la Guardia Civil en la resolución de algunos procedimientos.

La acción fue perpetrada en 1994 por Silva Sande y los ya condenados por estos hechos Enrique Cuadra Echeandía y José Ortín, según la Fiscalía. Esta informó de que, para obtener fondos para sus actividades delictivas, Silva y Ortín atracaron un furgón de "Prosegur" y provocaron una explosión para robar en el vehículo.