El diputado del PPdeG Pedro Arias denunció ayer que sufrió en su casa de Culleredo (A Coruña) un incendio en la madrugada del 27 al 28 de enero y que este fue "intencionado". El parlamentario esgrimió un informe del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil que confirma dicha intencionalidad, aunque no apunta a posibles autores, como tampoco ha querido hacerlo él mismo.

Durante una comparecencia del portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara, Pedro Puy, Arias relató lo ocurrido en su hogar, donde se produjo el incendio mientras su esposa y él se hallaban acostados en su habitación. Explicó que ambos oyeron ruidos "raros" y, cuando intentaron abrir la puerta del cuarto, "no podían", lo que les obligó a refugiarse en el baño y a pedir ayuda con un móvil. El diputado confesó que, al principio, pensaron en un robo.

La interpretación de la Guardia Civil concluye que "autores desconocidos" originaron el fuego tras la aplicación de "llama directa" sobre material "combustible", dos sofás y un puf, en el salón. Los investigadores entienden que el fuego no es de "etiología accidental". Si fuese así, dicen, se constataría "un solo foco principal o primario" y un incendio de "propagación continua, causas y efectos". Por el contrario, afirman, existen "tres focos principales o primarios" y otro "secundario". En su conclusión, los agentes subrayan que además se produjo "la proyección de una de las hojas de la puerta de acceso a la vivienda tras ser fragmentadas sus cuatro bisagras producto de una onda expansiva".

Tras afirmar que como representante público se sentía en la obligación de revelar el ataque, Arias rechazó "hacer conjeturas" y "prejuzgar autorías", preguntado sobre si las pesquisas apuntan a algún modus operandi que pudiera vincular el caso con ataques a sedes del PPdeG o corroborar que se trata de una acción aislada.

"No tengo ninguna conjetura que pueda decir, sería irresponsable", indicó Arias, quien aclaró que ni él ni su familia habían recibido previamente "amenazas".