Las comunidades más saneadas, entre las que se encuentra Galicia, podrán emitir nueva deuda a partir del mes de junio. Esa es la fecha en la el Gobierno central aplicará el nuevo déficit, que se elevará del actual 0,7% del PIB al 1,2%, aunque será un límite global para el conjunto de las comunidades ya que se abre la posibilidad a que cada autonomía tenga asignado un objetivo de déficit diferenciado. En el caso de Galicia, si se la asigna a partir de junio un techo del 1,2% (una vez que la Comisión Europea autorice el 29 de mayo el cuadro macroeconómico reformado por el Ejecutivo el pasado viernes), la Xunta podrá disponer de una partida de gasto adicional de unos 300 millones de euros que cubriría con la emisión de nueva deuda por ese mismo importe.

Una vez que Bruselas confirme el nuevo déficit autonómico, el Ministerio de Hacienda, dirigido por Cristóbal Montoro, y las comunidades autónomas se reunirán en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para hacer oficial la nueva cifra del 1,2%, cinco décimas por encima del acordado por ambas partes para este año. Para esa reunión se espera que estén listas las conclusiones del grupo de trabajo sobre la flexibilización del déficit que evalúa cómo permitir que las comunidades tengan objetivos diferenciados.

Primer contacto

Hace dos semanas se produjo la primera reunión, en la que los representantes autonómicos presentaron sus propuestas y los técnicos de Hacienda calculan ahora distintos escenarios. Galicia, al igual que Madrid, Extremadura o Castilla y León, defienden que no se puede perjudicar a las comunidades que han controlado su déficit en los últimos años.

Pero otras comunidades como Valencia o Cataluña, que no han podido cumplir con sus objetivos, reclaman una mayor capacidad para recurrir al endeudamiento y así poder hacer frente a sus gastos sin tener que afrontar más recortes.