Al igual que ya sucediera ante el compromiso del anterior ministro de Fomento, José Blanco, con el AVE gallego, Cataluña ha vuelto a arremeter contra las inversiones que el departamento que ahora dirige Ana Pastor ha consignado en los presupuestos del Estado para la alta velocidad de Galicia. Los reproches se produjeron por partida doble. Los lanzaron la Generalitat de Cataluña –a través de su consejero de Territorio, Lluis Recoder–, y del alcalde de Barcelona, Xavier Trías (CiU).

El argumento es también similar al que en su día utilizaron contra José Blanco. Que la comunidad gallega se lleva gran parte de las inversiones previstas por el Gobierno central para el ferrocarril en toda España y que además resulta un gasto de "dudosa" rentabilidad debido al escaso tráfico de viajeros que se calcula. Además, las instituciones catalanas sostienen que por culpa de este esfuerzo inversor con la comunidad gallega, Cataluña sale perjudicada en el reparto de los presupuestos del Estado, con unas cantidades muy por debajo de lo que consideran necesario.

Conocedora de las críticas, la ministra de Fomento justificó el trato que las cuentas del Estado dan a Galicia. Argumentó que los 1.600 millones de euros consignados son necesarios por una cuestión de solidaridad entre territorios y para mejorar la competitividad de la comunidad gallega. "Es por solidaridad interterritorial, porque Galicia lo necesita, y es una prioridad porque está en el Noroeste de España y lo necesita para ser competitiva para que todos los ciudadanos gallegos puedan colocarse en otros lugares de España en un tiempo razonable. Queremos una España cohesionada y vertebrada", se defendió Ana Pastor de las críticas.

Añadió que junto con la conclusión de la Autovía del Cantábrico y la denominada "Y" ferroviaria vasca, la conexión de Galicia con la Meseta por AVE son las prioridades del ministerio.

El primero en disparar contra el proyecto de alta velocidad ferroviaria de Galicia fue el consejero de Territorio de la Generalitat, Lluis Recoder, quien censuró que los presupuestos del Estado traten a Cataluña "como la periferia", con un recorte del 45% en las inversiones en infraestructuras y una partida para los ferrocarriles catalanes que solo representa el 6,2% de todos los fondos. Como contrapunto, el consejero citó el esfuerzo inversor que Fomento dedica a Galicia, Extremadura, País Vasco y Asturias. "Hay cuestiones que claman al cielo", reprochó Recoder.

Ante este desigual reparto, a juicio de la Generalitat, de los presupuestos, el consejero advirtió que su gobierno "reaccionará cuando sea el momento" para intentar corregir la distribución de las inversiones. "Queremos evitar el enfrentamiento, pero está claro que ante esta situación no nos podemos quedar con los brazos cruzados", avisó.

Una hora más tarde intervenía el alcalde de Barcelona. Sus argumentos no son muy distintos. Se queja Xavier Trías de lo mal parada que sale Barcelona en los presupuestos del Estado, que calificó de "tremendamente injustos", y censuró, también como contrapunto, la inversión prevista para el AVE gallego, con la particularidad de que la reprobó por su "dudosa utilidad económica".

Pero no se quedó ahí el alcalde barcelonés, sino que propuso crear un frente común con todos los partidos de la corporación municipal para intentar hacer piña en Madrid y presionar para modificar el reparto presupuestario con el objeto de beneficiar los proyectos de su ciudad. "Uno se queda sorprendido de ver que las inversiones para el AVE gallego se mantengan en cifras que no puedo entender", criticó el regidor de Barcelona.

Pastor: "Se invertirá todo lo que se pueda para intentar que el tren de alta velocidad llegue cuanto antes"

Fiel a su discurso, la ministra de Fomento eludió ayer poner plazos al AVE gallego. Entre otras razones, porque será el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien dé oficialmente los nuevos plazos. Así que Ana Pastor, aunque ayer se lo preguntaron por dos veces, en una entrevista en la TVG y en un acto en Madrid, no se atreve a poner una fecha encima de la mensa.

"Por responsabilidad una no puede prometer todo a todos en todas partes. Lo que se tiene que hacer es trabajar, trabajar y trabajar, poner presupuesto e invertir todo lo que se pueda para intentar que el AVE llegue lo antes posible a Galicia", respondió la ministra a las preguntas sobre el nuevo plazo para el tren de alta velocidad.

Por eso, ni ha querido comprometer la fecha de 2015, tal como está recogida en el Pacto del Obradoiro, ni la de 2018, que es la que sostiene la Xunta. "Se hará toda la ejecución que se pueda, a no ser que haya algún problema técnico, pero faltan por invertir más de 5.000 millones de euros todavía", añadió.

También reiteró que en gestión aeroportuaria "se ha acabado lo de terminales sin pasajeros y las pistas sin aviones, los aeropuertos peatonales", por lo que abogó por mejorar la operatividad de los aeropuertos.

Señaló que su departamento finalizará las obras iniciadas, como en Vigo, aunque criticó que se hicieran aparcamientos de 2.500 plazas "que luego están vacíos y se pide apagar la luz para no gastar".

La ministra mostró su compromiso por hacer "más y mejores infraestructuras a un coste razonables", de modo que "lo que se pueda hacer por 600 millones, que no se haga por 700", y expresó su rechazo a poner en marcha en España la euroviñeta, la tasa para transportistas.