El tráfico en autopistas y carreteras es un importante foco de contaminación acústica. Más de 61.000 gallegos soportan por su proximidad a estas vías de comunicación niveles de ruidos superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que aumenta los riesgos de la población afectada de sufrir algún problema físico o psicológico como afecciones cardiovasculares, sordera o estrés. Así lo recogen los mapas estratégicos de ruidos de la red viaria de Galicia, completados a finales de 2010, y cuyos datos ha recopilado el Ministerio de Medio Ambiente.

Según estos documentos, suman más de 240.000 los gallegos que soportan ruidos de más de 55 decibelios relacionados con la circulación viaria, aunque la OMS advierte de que es a partir de los 65 decibelios cuando el riesgo para la salud humana empieza a ser considerable. En esta situación se encuentran 61.000 gallegos, pero además hay 7.653 viviendas que soportan en su interior intensidades superiores a las permitidas, así como veinticuatro colegios y seis hospitales.

Los ruidos de la vida diaria oscilan entre los 35 y los 85 decibelios. Por debajo de 45 se vive en un clima agradable, por encima de los 55 puede haber molestias y con 65 ya se considera perjudicial para la salud.

De acuerdo con una directiva europea del año 2002 se deben realizar mapas de ruidos de las aglomeraciones urbanas, los grandes ejes viarios, ferrocarriles y aeropuertos. Sin embargo, estos trabajos están estructurados en dos fases. En un primer estadio, el Ministerio de Medio Ambiente ha recopilado ya los datos de contaminación acústica de un total de 19 ciudades españolas con más de 250.000 habitantes –de las ciudades gallegas solo está Vigo– así como de las infraestructuras de comunicación con más tránsito, entre las que se encuentran varias autopistas, autovías y carreteras gallegas.

La vía que ocasiona más contaminación acústica en Galicia es la AP-9. Según el informe de ruidos elaborado por Audasa y remitido al Ministerio, unas 82.700 personas sufren ruidos por encima de los 55 decibelios debido a esta autopista y de ellas 17.400 superan los límites permitidos por la OMS –sería el sonido equivalente a un aspirador–.

Casi treinta y cuatro mil viviendas ubicadas en las proximidades de la AP-9 están afectadas por la contaminación acústica, aunque solo en 5.400 los niveles de ruido son preocupantes. El tráfico de la Autopista del Atlántico ocasiona molestias también en tres hospitales y dieciséis colegios (con más de 55 decibelios). Entre ellos, hay cinco centros escolares donde se sobrepasasan los 65 decibelios, lo que puede suponer graves molestias para los alumnos que estudien en sus instalaciones.

Según explica el informe remitido al Ministerio, el "elevado número de personas afectadas" se explica porque esta vía es una arteria de comunicación muy importante para la comunidad autónoma y además en los últimos años se ha producido un alto crecimiento urbanístico en los margenes de esta autopista.

La población más afectada por este vial es la ubicada entre Vigo y Teis, donde 6.000 personas sufren niveles de ruidos perjudiciales para la salud humana, Pontevedra es la segunda ciudad con más afectación, con 2.900 vecinos soportando un exceso de contaminación acústica y, en tercer lugar, está Redondela, donde 2.300 personas están expuestas a sonidos que sobrepasan los 65 decibelios.

Red estatal

En las vías de comunicación competencia de la Red General de Carreteras del Estado la contaminación acústica es un problema para 109.700 gallegos, de los cuales 25.300 soportan niveles de ruido perjudiciales para su salud. Las carreteras estatales más ruidosas son la A-11 y la A-12 en A Coruña, la SC-20, que atraviesa Santiago de Compostela, la N-550, que enlaza A Coruña con Tui, y la autovía A-55, entre Tui y Vigo.

En la red viaria estatal hay además 56 colegios afectados por niveles sonoros superiores a los 55 decibelios, de los cuales 16 exceden lo recomendado por la OMS.

La Xunta, por su parte, realizó mapas estratégicos de ruido de aquellas carreteras de su red viaria con mayor intensidad de tráfico. La vía con mayor grado de afectación acústica es la ronda de Outeiro, en la AC-415, en A Coruña, donde sufren las molestias del tráfico 11.100 vecinos, de los cuales 2.500 soportan niveles por encima de lo permitido.

La AC-862 entre Ferrol y Narón es la segunda carretera autonómica con mayor población afectada por el ruido (8.300 vecinos). Entre ellos, sufren riesgos de salud por la fuerte intensidad del tráfico unas 2.300 personas.

La otra vía competencia de la Xunta que ocasiona trastornos a los vecinos por la contaminación acústica que produce es la AC-552 que une A Grela con la AG-55-Paiosaco, también en la ciudad de A Coruña.