El absentismo laboral constituye "un problema muy intenso" para la Administración autonómica. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer que han detectado casos de bajas laborales que "bordean el fraude" y para evitarlas pondrán en marcha un programa especial centrado en sanidad, servicios sociales y educación que intensificará el control sobre los trabajadores públicos. "Tenemos que actuar para rebajar las bajas", proclamó ayer.

Los servicios sociales dependientes de la Consellería de Traballo e Benestar son unos de los más castigados por las incapacidades temporales. De hecho, el porcentaje bajas laborales oscila entre el 10 y el 12% de media, cuatro veces más que el registrado en el sector privado, como publicó ayer este diario. El presidente de la Xunta reconoció que la Administración sufre "el problema del absentismo de una forma muy intensa", si bien pidió diferenciar entre una baja médica justificada porque un trabajador "no está en condiciones" de acudir a su puesto y el que "no está justificado". "Es necesario luchar contra él", pidió.

Ante los datos de bajas, Benestar puso en marcha un plan de seguimiento con el que redujo un 14% las incapacidades y se ahorró 1,3 millones. El presidente de la Xunta anunció que extenderán la medida a otros departamentos. "Se intensificará el control. Estamos intentando hacer un programa de incapacidad temporal sobre todo en educación, servicios sociales y sanidad", declaró a preguntas de los periodistas en Vigo sobre la estrategia de la Administración autonómica para frenar el "posible uso fraudulento de la incapacidad temporal". En estos tres ámbitos trabajan 79.000 empleados.

En esta línea, el presidente de la Xunta señaló la gestión privada como un ejemplo a seguir al menos en este campo. "La Administración tiene que dar el mismo ejemplo de eficiencia y rigor que dan las empresas privadas que tienen un control muy exhaustivo de sus bajas de personal", advirtió.

En su opinión, extremar el control sobre las bajas entre funcionarios y personal temporal constituye un ejercicio de gestión "eficiente y responsable" de los recursos públicos. "A los ciudadanos se nos paga por ir a trabajar y, por lo tanto, cuando no podemos trabajar por una causa justificada estamos en nuestro derecho, pero a veces podemos ir a trabajar y no vamos", alertó.

El plan de control de bajas mejorará el servicio y el uso de "los impuestos de los ciudadanos, que son los que pagan las nóminas de los trabajadores públicos".

También se refirió a esta cuestión la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, cuyo departamento pasó de registrar 2.084 sustituciones por bajas temporales en 2009 a 1.798 el año pasado. "El año pasado se redujo el porcentaje [de bajas] del 12 al 10%, pero sigue siendo una tasa alta que hará que tengamos que seguir planteándonos y cuestionándonos la razón real", declaró durante la visita a un centro de menores en A Coruña.

Ante bajas sospechosas –solicitadas al día siguiente de la toma de posesión de un puesto, por ejemplo–, Benestar telefonea a la Inspección Laboral para que indague si el caso se ajusta a una incapacidad real. Con este control, el departamento ha ahorrado 50.000 euros durante los primeros tres meses de año y prevé elevar la cifra a 400.000 al final del ejercicio.

El 10% de bajas en los centros dependientes de Benestar –residencias de mayores, escuelas infantiles y centros de menores que suman unos 3.000 trabajadores– supera ampliamente el 3% de media que registran los centros privados, porcentaje al que Mato desea acercarse. "Tenemos que hacer un plan de seguimiento para que esta realidad no sea tan dispar de la los centros privados", declaró. La estrategia pretende "estudiar", en colaboración con Inspección Laboral, si "puede haber bajas fraudulentas y, de haberlas, intentar evitarlas".