"Es bueno que Galicia recupere su peso en la política nacional", defiende Alberto Núñez Feijóo, satisfecho de liderar un movimiento autonómico para presionar al Gobierno de España y que éste acceda a aplazar el pago de la deuda contraída por unos anticipos de ingresos fiscales mal calculados. Por el momento no ha tenido éxito pero es optimista, pues le consta que las comunidades socialistas negocian una solución "a través del PSOE".

–El Gobierno español no cede a su demanda, ¿pagará la deuda de 2.600 millones de euros en plazo?

–Galicia siempre cumple con sus obligaciones. Siempre ha dado muestras de lealtad y responsabilidad. Pero estoy convencido de que tenemos un Gobierno que va a reaccionar ante una propuesta racional, y si no es éste será el próximo presidente del Gobierno.Habrá elecciones en 2012, y yo negociaré con él. Están obligando a Galicia a devolver un dinero que asignó el Gobierno central y que gastó el Ejecutivo autonómico anterior y que le supone el 5% del presupuesto hasta 2016. No hay un antecedente de esta naturaleza.

–¿El Gobierno le acusa de incitar a la insumisión?

–A Galicia no se le puede acusar de insumisión en ningún caso, pero ahora tampoco de sumisión. Si España formaliza su deuda pública a quince años por qué a las comunidades nos pide seis años.

–¿Cuando se aprobó la financiación autonómica y se fijaron los plazos de devolución de la deuda, no sabía que el cheque iba a ser tan abultado?

–Cuando llegué a la Xunta advertí de un agujero en los ingresos de 2009 de más de 1.100 millones de euros, y se me dijo que buscaba la confrontación. Ahora puede llegar hasta 2.600 millones, pues no contábamos con los 573 millones de 2008, ni tantos deslizamientos irresponsables en 2009. En el Senado, el PP presentó una enmienda a la ley de financiación autonómica para devolver en 15 años la deuda. En todo caso, creo que hay muchas posibilidades de llegar a un acuerdo en 2011. El presidente de Canarias, Extremadura, Rioja, Murcia y Castilla y León están planteando algo razonable. Y me consta que las comunidades socialistas están negociando, intentando influir a través del PSOE.

–¿Descolgó el teléfono para hablar con presidentes de otras comunidades y hacer un frente?

He hablado del tema con todos los presidentes que vienen por aquí por el Xacobeo, y han venido cinco. Y con motivo de mi participación en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo coincidí con el presidente de Extremadura, y cené con él y el ex presidente Rodríguez Ibarra. También hablo mucho con los presidentes autonómicos del PP. El Gobierno de España tiene que saber que la devolución de la deuda afectará a nuestra economía y aumentará el paro y entonces habrá más gasto público estatal.

–¿Qué papel debe jugar Galicia en la escena estatal?

–Galicia es Estado y los presidentes autonómicos somos la primera autoridad del Estado en el ámbito territorial. Por tanto Galicia tiene que estar en la política del Estado y tiene que influir porque los huecos y las ausencias de Galicia se cubren por otras comunidades automaticamente. Me sorprende cuando escucho críticas a mi presencia en ámbitos nacionales. Es bueno que Galicia recupere su peso en la política nacional. Galicia ha dicho que no se puede devolver la deuda, y si hubiese dado el paso otra comunidad antes, yo la habría apoyado.

–La Xunta tendrá 945 millones de euros menos el año que viene, ¿hará un plan de ajuste?

–Por supuesto. Los conselleiros se irán de vacaciones sabiendo su techo de gasto.

–Llegó al Gobierno y redujo consellerías y altos cargos, en esta ocasión ¿suprimirá más consellerías y más altos cargos?

–Nos hemos comprometido a fusionar, disolver o eliminar 45 fundaciones, entidades y organismos, pero tenemos que seguir eliminando administración paralela. Ahí todavía hay margen. Y también hay margen en el gasto corriente y administrativo.

–¿Sobran empleados en la Administración autonómica?

–Excluyendo las tasas de reposición en Educación y Sanidad, la oferta de empleo del próximo año será cero. Ahora tenemos que hacer una redistribución de empleados públicos. Hay áreas donde hay tensiones de personal, y por ejemplo con la supresión de administración paralela recolocaremos funcionarios y personal laboral fijo y lamentablemente el personal laboral no lo necesitamos. Ya hemos extinguido más de cien contratos laborales.

Vamos a ser responsables en la gestión de personal y pediremos responsabilidad. Tenemos que abrir un debate con los funcionarios de mayor nivel y de mayor responsabilidad, y que se comprometan a trabajar por la tarde. Si quieren ocupar un puesto de libre designación y por tanto tener una mayor retribución deben estar dispuestos a trabajar por la tarde varios días a la semana.

–¿El ajuste obligará a aplazar infraestructuras?

–Licitaremos menos obra pública con el presupuesto corriente y más con el pago aplazado. Cuando propusimos esta fórmula para el hospital de Vigo es porque no queríamos que nos pasara como el Gobierno de España que ahora tiene que aplazar o ralentizar obras en curso. Priorizaremos las grandes infraestructuras que mejoran la productividad de la economía gallega, pero no tocan ni auditorios ni piscinas climatizadas. No tocan las infraestructuras del confort. Si el Gobierno de España no hubiera gastado catorce mil millones en aceras, parques y jardines, ahora no tendría que bajar el sueldo de los funcionarios, congelar las pensiones y recortar seis mil millones en euros para levantar infraestructuras que sí son competitivas.

–Promete que el ajuste no afectará a la calidad de la educación y la sanidad, pero admite que se reducirán los presupuestos de estas dos consellerías, ¿cómo se conjuga eso?

–Recortando el gasto corriente de Educación y Sanidad. Por ejemplo, con los sindicatos hemos pactado dejar sin efecto todos los incrementos retributivos pactados por el bipartito con el bipartito, y supone varias decenas de millones de euros que destinaremos a intervenciones, consultas.

–El conselleiro de Cultura ya se ha quejado de que el recorte que sufrirá su departamento será escandalosamente alto. ¿Cuáles serán las consellerías más afectadas?

–Educación, Sanidad y Servicios Sociales tendrán un especial tratamiento. No tenemos otra posibilidad. También hacen ajustes las familias y las empresas.

–Habrá ajuste económico ¿y de Gobierno?

–El mayor activo de mi equipo es la unidad. Este Gobierno se parece un poco a la selección española. Juega en equipo. Se ha demostrado que las grandes figuras o jugadores galácticos cuando tienen que defender la selección de un país no funcionan.

–La oposición urge la reforma estatutaria y usted pospone el debate a la presentación de los presupuestos de la Xunta, ¿Adelantará la reunión como le piden PSOE y BNG?

–La reforma del Estatuto es importante, pero luchar contra la crisis es importante y urgente. En este contexto marco la prioridad y primero los presupuestos.

–¿Para qué quiere reformar el Estatuto?

–Quiero ir al máximo de autogobierno dentro de la Constitución. Galicia no es nacionalista así que tenemos que hacer un Estatuto que respete a las mayorías y que convenza a los nacionalistas. Sería bueno que por primera vez se uniesen al pacto de convivencia. Haré todo lo que pueda para ello.

–Por último, los cazadores se han enfadado por sus alusiones a la caza al abordar la polémica de las corridas de toros...

–Pido disculpas si no estuve muy agudo en la comparación. Quería decir que si nadie discute la libertad para cazar tampoco nadie debería discutir la libertad para ir a una plaza de toros, pero no seamos ingenuos. Cuando había que presentar el decreto ley con un recorte social de 15.000 millones de euros, jugaba la selección española, y cuando hay que aprobar la reforma laboral, los socialistas de Extremadura y Andalucía se rasgan las vestiduras con lo que pasa en Cataluña. Son desacuerdos pactados dentro del PSOE.