El consumo energético aumenta y asciende la dependencia de los combustibles. El gas y el petróleo, para la producción de combustibles domésticos, se importan, como también se importa el carbón para producir energía en las centrales térmicas y la materia prima para hacer biomasa (colza, soja o maíz). Pastora Bello, profesora de Ingeniería Química en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Santiago, apuesta por la eólica offshore, la minihidráulica y la energía del mar, especialmente la de las corrientes marinas. Todas ellas renovables, es decir, inagotables.

-¿Galicia depende mucho todavía de las energías no renovables?

-Hay que distinguir entre el consumo doméstico y el industrial; éste último es muy superior, evidentemente. La red de gas se implantó hace poco, relativamente, y es un combustible fósil. Consumimos gas que viene de fuera, petróleo también importado dado que no disponemos de este recurso y en nuestras centrales térmicas para la producción de electricidad, el carbón y el gas también se importan.

-El autoabastecimiento en Galicia era mayor antes del cierre de las minas.

-Deberíamos aprovechar la energía que generamos en todos los ámbitos; que se quede aquí. Las centrales gallegas se adaptaron a la legislación ambiental. Ya no era posible hacerlo con nuestro carbón, una fuente que estaba prácticamente agotada. Ahora el lignito para las centrales térmicas viene de Estados Unidos en barco; tiene menos cantidad de azufre, es menos contaminante.

-¿La biomasa tiene futuro?

-En mi opinión, no es totalmente una energía renovable, dado que tiene una tasa de renovación mucho menor que el viento o las corrientes. Precisa de plantaciones energéticas y de procesado, a partir de soja, colza o maíz. Estas materias primas también vienen de fuera, de países como China. Por lo tanto, implica un coste de suelo, por ejemplo. Puede provocar un cambio en los usos de la tierra en muchos países subdesarrollados y las plantaciones de colza o soja están en manos de multinacionales. Además, muchas de estas materias primas son también alimentos básicos, como el maíz, con riesgo de elevar su precio en países pobres.

-¿En qué energías tiene potencial Galicia?

-En lo relacionado con el mar y los ríos; plenamente inagotables y un recurso propio. La energía eólica offshore (en el mar) daría juego, con los estudios de impacto ambiental necesarios. También la minihidráulica, aprovechando el movimiento del agua de río, como los molinos clásicos de las casas. Se prodría incluir en los diseños de los edificios, es cuestión de educación, claro, como en su momento se incentivó la fotovoltaica o la solar térmica. Queda por explotar la energía de las corrientes marinas, mejorar la solar, optimizando los materiales a través de la investigación. También la geotérmica, aprovechando las aguas termales.

-¿Cuánto pesa la educación en el consumo energético?

-Las viviendas unifamiliares y los grandes edificios deberían plantearse desde el ahorro energético. Y partir de lo básico: calefacción y ventanas abiertas son incompatibles.