A 72 horas del inicio en Pontevedra del Congreso de los socialistas gallegos, los teléfonos echan humo. Manuel Pachi Vázquez, ex conselleiro de Medio Ambiente y casi seguro sucesor de Emilio Pérez Touriño, mantiene estos días múltiples contactos con los barones del PsdeG en busca de la cuadratura del círculo: contentar a todos con la nueva ejecutiva. El reto es de primera. Pese a que la estructura del partido se podría estirar, todo, hasta la goma más flexible, tiene un límite. Es cierto que hay unanimidad en que el Congreso, que cerrará el sábado José Luis Rodríguez Zapatero, saldrá “en líneas generales bien”, los prolegómenos están marcados por no pocos interrogantes. Y, por supuesto, si la incertidumbre llega hasta el último minuto, José Blanco deshará el embrollo.

¿Ganará el congreso Pachi Vázquez con comodidad? La respuesta la da un notable socialista: “Sí, obtendrá muchos votos, pero nadie le hará la ola. Será una victoria clara, pero sin entusiasmos. Haremos de la necesidad, virtud”. Las posibilidades que se le otorgan a la corriente crítica, que lidera Gonzalo Caballero, son nulas. “Imposible”, garantizan fuentes del PSdeG. Pero también lo tenía ZP, ¿no? “La comparación es absurda”, replican. Abel Caballero resumió ayer de forma gráfica la pugna entre su sobrino y Pachi: “Una hormiguita contra un elefante”.

¿Ha hecho una campaña en clave interna eficaz? Las voces son discrepantes. Mientras algunos le valoran que se haya entregado en busca del voto del militante con múltiples reuniones, otros le afean su falta de protagonismo y ausencia del primer plano político. Es más, aunque le animaron a ser el portavoz socialista en el discurso de investidura de Feijóo, pero él rehusó porque se considera hasta el sábado “un diputado más”. “Está bien la cautela y la discreción, pero Pachi tiene que llegar al liderazgo empujando y no sólo empujado”, advertía un socialista, en alusión al empuje que le está dando Blanco a su candidatura.

¿Será Vázquez un líder sólido? El nuevo secretario del PSdeG dispondrá de cierto margen: dos años. Su gran examen será en las municipales de 2011. Si los socialistas conservan las alcaldías de las ciudades, Vázquez tendría serias opciones de ser el candidato a la Xunta en 2013. En caso contrario, su carrera podría zozobrar. “Pachi sabe que su futuro política depende en gran medida de nosotros, así que más le vale que nos apoye”, coinciden dos regidores socialistas.

¿Se mantendrá la figura del vicesecretario? Todo apunta a que no. El experimento de Touriño remedando el modelo de Zapatero con Blanco parece que no se repetirá. La decisión de Ricardo Varela de renunciar a su cargo ha facilitado las cosas.

¿Seguirá Mar Barcón como secretaria de Organización? Probable. Seria, trabajadora y “muy del partido”. A estas cualidades se añaden otros tres factores: ella quiere; no se ha quemado en apenas ocho meses en el cargo; y, sobre todo, “Blanco lo ve”. Sin embargo, Barcón podría tener rival. Dirigentes socialistas señalan el nombre de otra mujer: Beatriz Sestayo. Sí, las dos son de la provincia de A Coruña, pero mientras la primera es apoyada por el alcalde Javier Losada, la segunda contaría con el respaldo de Salvador Fernández Moreda, presidente de la diputación coruñesa. El pulso localista entre ambos se reavivaría.

¿Quedará algo de touriñismo tras el Congreso? “Poco o nada”, vaticinan. En el PSdeG se cree que la ex conselleira María José Caride, Dolores Villarino o Teresa Facal son pasado. “Quizá Emilio tenga la tentación de presionar para salvar a María José, pero lo tiene casi imposible; o a lo mejor prefiere dejar la batalla para el grupo parlamentario”, conjeturan. La identificación entre Caride y Touriño es tan grande como la desconfianza que generaría la presencia de ella en la dirección de un partido al que llegó hace cuatro años. “Ella no estará, pero habrá renovación, no revolución”, matizan.

¿Podrá satisfacer Vázquez todas las demandas de los barones? Es la pregunta del millón al que un socialista responde con la Biblia: “Muchos son los llamados pero pocos los elegidos; o sea, habrá lío”. Otro prefiere recurrir al argot taurino: “Pachi es un tipo pragmático y posibilista y deberá torear con delicadeza para que el toro no le dé una cornada. Complicado”. Y un tercero acude al símil del juego de mesa: “Pachi tiene ante sí un puzzle en apariencia imposible, con más piezas que huecos. Y además la imagen final debe ser creíble, atractiva y que encaje con la idea de aire fresco. Difícil”. Además, Vázquez carecerá de la autoridad de Touriño, quien ganó la Xunta. “Lo que a Emilio se le consentía, a Pachi no. Con Emilio se podían discutir detalles; con Pachi se negociará el traje completo”, predicen.

¿Pero qué quieren en realidad los barones territoriales? Pues colocar a su gente lo más arriba posible en el partido. Aunque los nombres varían, parece que Javier Losada apuesta por Mar Barcón; Fernández Moreda por Sestayo; Abel Caballero por Abel Losada; Xosé Sánchez Bugallo, alcalde de Santiago, por Xaquín Leiceaga; López Orozco, regidor de Lugo, por José Ramón Gómez Besteiro, presidente de la Diputación; el propio Pachi Vázquez quiere a Laura Seara... Resumen: un lío, difícil y complicado.

¿Qué papel juega José Blanco en todo el proceso? Vital. Blanco removió a Touriño en apenas 24 horas tras su derrota electoral, y negó al ex presidente margen de maniobra. Cuando Touriño empezaba a arrepentirse de su decisión, que creía precipitada, Blanco propuso en las páginas de FARO el nombre de Vázquez como sucesor, dando por finiquitado el touriñismo. Desde ese día, y pese a su nueva responsabilidad en Fomento, Blanco sigue cada paso que se da. “Todos, y Pachi el primero, le estamos mirando. Su papel es clave, admiten en el PSdeG, donde el sentir general es que “Pontevedra acogerá un buen congreso del PSdeG pero no pasará a la historia”.