Una primera rotación de la Brilat, integrada por 222 soldados, partió ayer del aeropuerto militar de Santiago de Compostela con destino a Beirut (Líbano). Desde allí se desplazarán al sur del país, donde permanecerán cuatro meses con la misión de reforzar la seguridad en una zona que hace dos años sufrió las peores consecuencias del conflicto con Israel.

El contingente que partió ayer de Santiago relevará a la Brigada de Infantería Acorazada “Guadarrama” XII de Madrid que ocupaba la base española “Miguel de Cervantes”, situada en las proximidades de la localidad de Marjayoun.

El avión despegó inicialmente de Barajas con 42 soldados a bordo para hacer escala en el aeropuerto de Santiago, donde subió el grueso del contingente, un total de 178 militares. La aeronave abandonó el aeródromo militar con un ligero retraso sobre el horario previsto, las 19.45 de la tarde, al registrarse un problema en la bodega.

En total los efectivos españoles que se desplegarán en la zona se elevan a 1.100 soldados. Otras cuatro rotaciones completarán este mes el relevo que se inició ayer y que estará al mando del general José María Prieto, quien asumirá el control del sector Este de Finul.

Según explicó el general José María Prieto en el aeródromo militar de Lavacolla, su misión consistirá en “favorecer un ambiente de seguridad en el entorno sur de Líbano” a fin de que las dos partes que estuvieron en litigio hace dos años, este país e Israel, prosigan su “salto hacia la paz”. Así, confía en que “en unos años Líbano pueda salir por sí solo adelante”, de igual modo que ocurrió en el caso de otros países en conflicto como Bosnia.

El general afirmó que la situación política en Líbano “se ha consolidado” en los últimos tiempos y recordó que el país celebrará próximamente elecciones, circunstancia que, a su juicio, “demuestra que el país está avanzando”, señaló.

Los familiares de los efectivos que partieron hacia Líbano acudieron a despedirlos emocionados. A pesar de la separación, Prieto destacó que los soldados se marchan con “mucha ilusión” y la confianza de que lo van a hacer bien. Para tranquilizar a las familias, el general les recordó que “hay un facilidad grande de comunicación vía telefónica”. “Los mantedrá unidos”, aseguró.