Hace casi un año que echó a andar la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), un nuevo organismo con el que la Xunta pretende dar una atención "integral e integrada" a las situaciones de emergencia, en palabras del gerente, el navarro Francisco Echeverría. El pasado martes, los dos accidentes múltiples que colapsaron la AP-9 pusieron a prueba la capacidad de coordinación de la Axega.

-¿El operativo desplegado por los accidentes en la autopista ha sido el mayor desde que se creó la Axega?

-Sí, ha sido el mayor incidente en este periodo, aunque estaba muy localizado en un punto. Con todo, tuvimos suerte, porque la agencia no empezó de cero, sino que heredó infraestructura, una logística y un personal que ya estaba muy capacitado, esa es la gran suerte.

-¿Cómo se organizó todo?

-Los recursos se van despachando en función de la demanda. Al principio, cuando nos dijeron que era un choque en un sentido, mandamos lo habitual, pero al ver que tenía mucha más envergadura, enviamos muchos más recursos, ambulancias, bomberos... aunque luego tengan que dar la vuelta.

-¿Funcionó el operativo?

-Sí, los recursos actuaron a tiempo, llegaron muy rápido y se solucionó todo dentro de lo aceptable; hay que tener en cuenta que un choque en cadena no es fácil, porque primero los bomberos tienen que excarcelar los vehículos atrapados, luego las grúas mueven los restos para que se deje libre un carril, que es lo fundamental. Aunque claro, para el que lo sufrió y lo padeció en sus propias carnes los minutos parecían horas.

-¿Existen protocolos de emergencia específicos para cortes de autopista?

-No. Lo único que hacemos en los cortes de tráfico es coordinar el socorro a los heridos y dejar libres las vías.

-¿Comparte las críticas a Audasa por la falta de previsión ante el temporal?

-Yo ahí prefiero no entrar, y no puedo saber si Audasa activó o no sus protocolos, que los tiene.

-¿Cómo se las apañaron los vehículos de bomberos y ambulancias para llegar a los accidentes?

-No teníamos información exacta de por qué entrada podían o no podían acceder, aunque eso no influyó mucho porque había colapso en los dos sentidos. Hay que pedir a los usuarios que sigan unas instrucciones a la hora de colaborar: los que están en el carril derecho, que se arrimen a ese lado, y los de la izquierda, a la izquierda. De esta manera, por el centro del carril pueden pasar grandes vehículos como los camiones de bomberos; el acceso es algo fundamental en una emergencia.

-¿Qué más consejos daría a los conductores atrapados en un colapso circulatorio?

-Pues para no saturar la centralita, hay que evitar llamar al 112 simplemente para dar aviso del accidente cuando no se es de los primeros en llegar, y colgar en cuanto el operador dice que ya están al tanto, a no ser que tenga datos nuevos. Hay que ser consciente de que puede haber otras emergencias, a alguien le puede dar un ataque al corazón o necesitar a los bomberos en cualquier otro punto de Galicia, y para eso es necesario que las líneas estén libres.

-¿Se colapsó la del 112 el pasado martes?

-No, pero sí se saturó y es cierto que algunas llamadas que tardaron en entrar y hubo gente a la que no pudimos atender en nuestras ratios de respuesta. Pero fue una cosa puntual que se subsanó enseguida. Además, ocurre siempre, cualquier centralita, la mayor del mundo, siempre se acaba colapsando en grandes accidentes por mucho que se refuerce.