El PP se juega en las elecciones gallegas del próximo año algo más que la presidencia de la Xunta. El partido quiere que los comicios signifiquen un punto de inflexión a partir del cual inicie su recuperación electoral y la toma de poder en toda España. Ese día, sea cual sea, está marcado en la agenda de los populares. Y así lo transmitieron ayer a la militancia el líder del PPdeG y el presidente nacional del partido, Mariano Rajoy, en el acto multitudinario celebrado en Santiago para refrendar la candidatura de Alberto Núñez Feijóo al Gobierno gallego.

El primero en marcar el objetivo fue Feijóo. "En Galicia podemos iniciar la reconquista democrática del PP en España y le digo a Mariano Rajoy que lo puede trasladar a todo el partido. Ya llegó el momento", arengó el líder de los populares gallegos desde el atril.

La apuesta fue recogida por el presidente nacional del PP, que también la hizo suya. "Hoy, aquí, se inicia el cambio político en Galicia y desde aquí lo vamos a anunciar a toda España", declaró Rajoy. "Creemos en ti, aquí y en toda España. Todo el PP cree en ti", añadió en una intervención teñida de constantes elogios y muestras de apoyo al candidato a la presidencia de la Xunta. "Tiene la esencia de lo mejor de Galicia, los tributos del mejor gestor y toda la energía que necesita esta tierra", dijo.

Claro que Feijóo tampoco se olvidó de engalanar la figura de Rajoy, quizás en réplica a las palabras de José María Aznar en las que criticó la forma de hacer oposición del PP actual porque, a su juicio, no se hace para "ganar" ni para construir una alternativa al Gobierno, sino para "heredar" aprovechándose de la crisis económica.

En este contexto, Feijóo defendió el papel y la calidad personal de Rajoy como líder de la oposición: "En los momentos más comprometidos de la democracia protagoniza una oposición de altura y de firmeza, pero también de grandeza".

En otra contienda, en la de las elecciones gallegas, Feijóo necesitará el apoyo del "ejército" formado por los militantes populares, porque él solo no se basta. Por ello, Rajoy los arengó a emprender la "batalla de la decencia, la sensatez y el sentido común". Porque la historia del bipartito ha sido la de un "tiempo perdido" en la que el principal problema no es ya lo que hizo, continuó Rajoy, "sino lo que pueda hacer en los próximos cuatro años", al margen ya de los gastos en reformas de despachos o la compra de coches oficiales, lo que para él constituye un "falta de respeto a los contribuyentes".

La hora del cambio

Frente al "inmovilismo, el estancamiento, el fatalismo, las peleas y la crisis interna y económica" que representa el titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, el líder del PP nacional lanzó a Feijóo como el hombre del "cambio, la ilusión, la eficacia y el reformismo". En esta línea, Rajoy se congratuló por lo "acertado" en la elección de Feijóo como relevo de Manuel Fraga. "Uno se queda muy contento cuando el tiempo le da la razón", dijo.

Con el acto de ayer, Feijóo reveló que cambia su estatus y que dejará de ser únicamente el presidente del PPdeG para intentar ser el presidente de todos los gallegos y llevar la "unidad y la renovación" a todos los rincones del país frente "a las imposiciones y la división artificial" que a su juicio representa la Xunta del PSOE y del Bloque.

"Estamos en plenas condiciones de ganar las elecciones, sea cual sea la fecha, y a eso os convoco. Llegó el momento de una Galicia unida que habla sin complejos al Gobierno central y le dice que no queremos fotos, sino inversiones; llegó el momento de sustituir la propaganda por la gestión y de una Galicia abierta a todos, donde se hablen otros idiomas y se pueda enseñar gallego a todos, sin fronteras artificiales y sin abandono del territorio", proclamó Feijóo, con el siempre "llegó el momento" por delante, el lema utilizado por los populares en la convención con la vista puesta en los comicios.

Tras recordar su vida profesional, al frente del Insalud, Correos y de la Consellería de Política Territorial, Núñez Feijóo acabó con una confesión al estilo Fraga: "El reto de mi vida se llama Galicia".