Sogama arrastraba en 2007 una deuda que asciende a casi 118 millones de euros, de los cuales 92,6 millones están contraídos con entidades de crédito, y el resto, 25 millones, deudas con acreedores. En 2006, la deuda global era algo mayor, de 119 millones de euros. En todo caso, el débito de Sogama con bancos y cajas ha pasado de los 109 millones de 2005 a los 92 millones del pasado ejercicio, liquidando ya 17 millones.

Las cuentas hechas públicas ayer por Sogama revelan además que los beneficios de la sociedad pública han pasado de casi ocho millones de euros en 2005 a 2,5 millones en 2007.

La entidad explica que esta importante reducción se debe al cambio de filosofía de Sogama, desde que el PSdeG dirige la Consellería de Medio Ambiente y José Álvarez ha tomado sus riendas de la sociedad. Los resultados del ejercicio bajan porque "se reinvierte en mejoras medioambientales, se adquiere tecnología de última generación, y además se está amortizando parte de la deuda, sin olvidar que hay que ayuntamientos que deben a Sogama doce millones de euros".

Entre las inversiones del pasado año, figura la adquisición de un edificio en Santiago, para que Sogama traslade sus oficinas de Cerceda, donde están las plantas de tratamiento, a la capital gallega. La compra ha supuesto un desembolso de algo más de 540.000 euros. También se ha hecho con una finca para levantar una planta de transferencia en Sarria (407.000 euros).