Una oleada de aplausos les espera a la entrada de la fábrica de PSA Peugeot-Citroën en Vigo. A ellos, a los protagonistas del principal acto en las celebraciones de las bodas de oro de la factoría. Don Juan Carlos y Doña Sofía saludan antes incluso de bajar del coche, reciben los primeros piropos y pisan por tercera vez unas instalaciones que han visto crecer hasta convertirse en la segunda fábrica europea del grupo automovilístico. "Es increíble", dice el monarca durante una de las explicaciones de Pierre Ianni, el director, mientras pasean por el interior para ver de primera mano una de las líneas de montaje. "Todo lo que habéis visto hoy es el resultado del esfuerzo colectivo de los que están y han pasado por la planta", cuenta el presidente del Consejo de Vigilancia de la compañía, Thierry Peugeot. "Uno de los que más mandan", comentan los trabajadores. Y por eso suena muy bien el "sentimiento de entusiasmo" que tiene al "vislumbrar el futuro de esta gran actividad industrial de Galicia y España"

Acompañados del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, del delegado del Gobierno en Galicia, Xosé Ameijeiras, la responsable del Parlamento, Dolores Villarino, numerosos conselleiros, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el resto de la cúpula de la compañía y la planta viguesa, los Reyes recorrieron las instalaciones y pudieron comprobar la metamorfosis sufrida en la línea de montaje treinta años después de su, hasta ahora, última visita.

De la veintena de trabajadores con la que empezó a los 9.700 de la actualidad; de sacar cada día un coche, a uno cada treinta segundos. Los primeros pasos del engranaje, la colocación de las piezas del Peugeot Partner y el Citroën Berlingo... Ianni daba cuenta de cada uno de los movimientos de la cadena y respondía a las muchas preguntas que Sus Majestades fueron realizando durante el camino. Comentarios también de Pérez Touriño y Caballero, guías ocasionales para los Monarcas en la comitiva.

Como es habitual en sus visitas, Don Juan Carlos y Doña Sofía se saltaron el protocolo en varias ocasiones para saludar a los cientos de trabajadores con los que se fueron cruzando. Los más afortunados. Otros muchos tuvieron que conformarse con estar detrás de las vallas que rodeaban la avenida principal del complejo o desde las ventanas de los edificios administrativos, donde se apelotonaban los curiosos.

A la salida, más aplausos. Y más saludos. A pie esta vez para descubrir la placa que recordará para siempre el día grande del 50 aniversario de PSA Peugeot-Citroën en Vigo. "Majestades, vosotros sois también parte de la historia de esta planta", reconocía Thierry Peugeot antes de finalizar el acto.

En representación de "las mujeres y los hombres del grupo" y de "las trabajadoras y los trabajadores" que levantaron y levantan el día a día de la fábrica, el directivo agradeció la presencia de los Reyes, a los que presentó la factoría como uno de los grandes tesoros de la compañía, "muy destacado en el dispositivo industrial". "Estamos orgullosos de mostrarles en lo que nos hemos convertido", añadió, tras un agradecimiento también a la plantilla, a la que encomendó la tarea de conseguir que la compañía siga estando "entre las mejores".

Todo sonaba a punto y final, hasta que Don Juan Carlos volvió a saltarse el protocolo para plantarse delante del micrófono y agradecer también el cariño recibido durante la visita y dar la enhorabuena por la trayectoria de la fábrica. "Os felicito y me congratulo como Rey de España". Felicitaciones también "para el presidente de la Xunta, las autoridades de Vigo, de Galicia y de España". Era un cumpleaños y había que celebrarlo. "Y que sean muchos más", deseó. Más aplausos.