Desde el Albacora IV se insistía ayer que el Playa de Bakio navegaba en aguas internacionales -más de 200 millas de la costa- cuando fue secuestrado por una banda de piratas. No son muy frecuentes los asaltos a tanta distancia de tierra, lo que indica que estos delincuentes operan ya con embarcaciones de mayor autonomía que les permiten cazar presas más valiosas.

Julio García afirma que ahora "ya no puedes estar tranquilo ni de noche ni de día. Cuando te das cuenta ya los tienes a bordo".

En la zona del Índico donde trabaja su buque, faenan otros 50 barcos, españoles y franceses en su mayoría.

El acoso de los piratas no es nuevo para los gobiernos de estos países. De hecho, García señala el acuerdo aprobado por el Parlamento español hace menos de un año por el que anunció el envío de una patrullera al Índico para sino proteger a la flota sí disuadir a los piratas. "Es lamentable que se apruebe una medida de este tipo y al final la incumplan", critica. Y ahora, aunque se encuentran lejos de donde retienen al Playa de Bakio, el patrón vigués todavía no ha observado movimientos de aviones o barcos sobrevolando la zona.

Los tripulantes del Albacora IV tienen previsto regresar a casa el próximo mes de junio. Este atunero no ha recibido ninguna comunicación del Gobierno español para extremar las medidas de seguridad ante los piratas.